En declaraciones a la agencia Fides, el Prelado recordó que los cristianos están en Irak desde el siglo I, es decir 600 años antes que los musulmanes, «cuando Santo Tomas pasó a predicar en nuestra tierra». Por tanto, no piden ningún favor, sino «el respeto de la dignidad, de nuestra libertad y de los derechos fundamentales» y de poder anunciar el Evangelio.
 
«Cristo nos ha dicho de anunciar la Buena Noticia a todo el mundo: nosotros estamos llamados a ser sal, luz y levadura para la nación. No pueden confinarnos en un único territorio sobre la base de la pertenencia religiosa», expresó.
 
Monseñor Warduni indicó que la inseguridad y los atentados a las iglesias inciden negativamente en los cristianos. Dijo que «no es cuestión de “limpieza étnica” pero, mirando la situación en conjunto, hay un diseño que quiere golpearnos. Colocar diez bombas contra las iglesias en el mismo día tiene un sentido preciso de intimidación», informa Aci.
 
Por ello pidió al Gobierno detener a los terroristas y a la comunidad internacional ser más enérgica con la situación en Irak. «Los gobiernos que promueven la democracia y los derechos humanos, listos a tutelar sus intereses económicos en Irak, deberían comprometerse para desarraigar el terrorismo y promover paz y legalidad en Irak», señaló.
 
Finalmente, monseñor Warduni llamó a los cristianos de otras partes del mundo no abandonar a sus hermanos iraquíes y levantar su voz para que la comunidad internacional actúe. «Nuestra comunidad católica es ferviente, pero la gente tiene miedo de venir a la Iglesia. Esperamos que Dios nos done la paz y nos ayude a celebrar con ánimo la fiesta de la Santa Navidad», expresó. La entrevista completa puede leerse aquí.