– Por tercer año se va a celebrar el próximo domingo 27 en Madrid una gran eucaristía por la familia.
– Ha sido el cardenal de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, el que ha querido hacerlo. Va a ser el tercer año que se va a celebrar este encuentro. Hemos visto la necesidad de que se apoye y se ayude a las familias cristianas. Queremos apoyar y dar ánimo con esta fiesta a las familias cristianas.
– ¿Ha sido bien acogida la idea de este año de ampliar la invitación a todas las familias de Europa?
– Propusimos darle un carácter más europeo, lo que fue acogido con gran entusiasmo y hemos consultado con varios cardenales y obispos, que han ofrecido su apoyo. Por ejemplo, el cardenal Barbarin, arzobispo de Lyón; el cardenal Sterzinsky, arzobispo de Berlín y encargado de la familia en la Conferencia Episcopal Alemana. También el arzobispo Wiertz, de Roermon (Holanda). Nos ha sorprendido que al cardenal Vallini, vicario del Papa para la diócesis de Roma, le haya gustado el cartel que se ha hecho para informar de la celebración y ha dado permiso para que se exponga en todas las parroquias de Roma y se invite a la gente a asistir a Madrid. Después nos comunicó que vendría a la Celebración. También acudirá el cardenal Antonelli, presidente del Pontificio Consejo para la Familia; el cardenal Rylko, presidente del Pontificio Consejo para los Laicos; también el cardenal Cordes, presidente del Pontificio Consejo «Cor Unum» y el cardenal Michalik, presidente de la Conferencia Episcopal polaca. Nos ha dejado sorprendidos que dejen su diócesis en plena Navidad es un gran apoyo a este encuentro de Madrid.
– El lema del Encuentro es «El futuro de Europa pasa por la familia», en referencia a las palabras que Juan Pablo II pronunció durante su primera visita a España en 1982…
– Estamos contentos de que en esta ocasión el Encuentro se haga en la plaza de Lima. Allí fue donde, en 1982, Juan Pablo II, que ha sido defensor y apóstol de la familia en todo el mundo, dijo: «El futuro de la humanidad pasa por la familia». Al hacer la celebración en la plaza de Lima ponemos el encuentro en relación con el Papa. Lo que también recuerda que Juan Pablo II dijo que es necesaria una nueva evangelización en la Iglesia, cosa que hay que poner en práctica. En el Camino Neocatecumenal hay miles de familias que están partiendo hacia las zonas más difíciles de Europa, como Escandinavia o zonas de la Alemania ex comunista, donde casi todo el mundo está ya sin bautizar.
– ¿Son muchas las familias que llegarán a Madrid desde Europa este año?
– Vienen muchas familias numerosas del Camino y otras que no lo son. Ha habido una gran adhesión. Vendrán cerca de 700 familias de Francia, 200 de Austria, de Alemania casi mil familias… Nos sorprende que desde Italia vayan a venir más de diez mil familias. Vienen también de Polonia, Portugal, de Estonia, Lituania, Ucrania…
– El Encuentro es tan importante que varias televisiones van a retransmitirlo en directo. Se podrá ver en Estados Unidos, Canadá, Australia y varios países de Europa que se han interesado…
– Telepace, de Roma, y Popular TV desde Madrid, lo van a retransmitir para toda Europa. También se podrá ver en esos otros países. Estamos sorprendidos de esta acogida tan grande. El tema de la familia interesa mucho por todo lo que está sucediendo hoy día. Además, el Papa hablará de nuevo en directo desde San Pedro para todas las familias que se reúnan en la plaza de Lima.
– Recientemente, por iniciativa de Benedicto XVI, el Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre matrimonio y familia, de la Universidad Lateranense de Roma, le ha concedido el Doctorado Honoris Causa en Sagrada Teología. ¿Por qué se lo han otorgado al Camino Neocatecumenal?
– Ha sido muy importante que la Iglesia haya querido aprobar lo que está haciendo el Camino. Dice la Laudatio, que ha realizado el profesor Noriega, que el Camino Neocatecumenal ha sabido obedecer una encíclica profética como es la «Humane vitae» del Papa Pablo VI, lo que ha sido un gran testimonio para toda la Iglesia. La «Humane vitae» dice que todo acto conyugal tiene que ser abierto a la vida.
– ¿Cómo colabora el Camino Neocatecumenal a hacer realidad este deseo del Papa?
– El Camino es una iniciación cristiana abierta en las parroquias para ayudar a los cristianos a tener una fe más fuerte y poder resistir a todo el laicismo imperante. Hemos enseñado lo que dice la Iglesia, lo que dice el Papa sobre la sexualidad cristiana. Esta encíclica fue muy mal acogida en general en toda Europa y se hablaba de paternidad responsable como una limitación a los hijos, por lo que sólo se tenían uno o dos hijos. Nosotros entendemos que la paternidad responsable, como después ha confirmado la Santa Sede, es ser responsable de colaborar con Dios en dar la vida a un ser humano que vivirá eternamente y será hijo de Dios.
Las familias del Camino tienen el índice de natalidad más alto de toda Europa: siete por familia. Esto ha dado lugar a miles de vocaciones en la Iglesia, a familias en misión y a que las parroquias en las que está el Camino se encuentren llenas de jóvenes.
– También en el Doctorado Honoris Causa se alaba que el Camino Neocatecumenal haya sabido transmitir la fe a los hijos. ¿Cómo se hace esto?
– Esta iniciación cristiana se realiza en las parroquias en pequeñas comunidades, como los primitivos cristianos. Esta pequeña comunidad apoya y salva a la familia y la familia salva a la Iglesia. Decimos en las catequesis que damos en las parroquias que existen tres altares. El primero es la Santa Eucaristía, donde Cristo ofrece su muerte y resurrección por nosotros. El segundo altar es el tálamo nupcial, donde antes de hacer el acto conyugal –en el que se hace presente el Sacramento del Matrimonio– los esposos oran al Señor y descubren la belleza de la sexualidad cristiana. El tercer altar, podríamos decir que es la mesa familiar, en la que se reúne la familia con todos sus hijos para bendecir al Señor por los alimentos que nos da. Las familias neocatecumenales, los domingos, en torno a esta mesa, hacemos una celebración doméstica, una celebración familiar en la que los hijos y los padres rezan los salmos y alaban al Señor. Después, los padres abren la Biblia y preguntan a cada hijo «¿Qué te dice esta palabra hoy?, ¿cómo ilumina tu vida?» Continúan rezando por el Papa, los gobernantes... Se dan la paz y los hijos se ponen de rodillas ante los padres y ellos les bendicen imponiéndoles las manos.
– ¿Cómo ayuda todo esto a los más jóvenes?
– Gracias a esta celebración doméstica, la mayoría de los hijos de las familias del Camino están en la Iglesia. Les hemos dicho a los padres que es de vida o muerte la transmisión de la fe a los hijos, porque hay una presión muy grande en la escuela, la universidad y es necesario sostener a los hijos en la fe. Como fruto de esto, en el Camino se dan numerosas vocaciones y se han abierto setenta y cinco seminarios diocesanos misioneros Redemptoris Mater en todo el mundo.
– Ha sido el cardenal de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, el que ha querido hacerlo. Va a ser el tercer año que se va a celebrar este encuentro. Hemos visto la necesidad de que se apoye y se ayude a las familias cristianas. Queremos apoyar y dar ánimo con esta fiesta a las familias cristianas.
– ¿Ha sido bien acogida la idea de este año de ampliar la invitación a todas las familias de Europa?
– Propusimos darle un carácter más europeo, lo que fue acogido con gran entusiasmo y hemos consultado con varios cardenales y obispos, que han ofrecido su apoyo. Por ejemplo, el cardenal Barbarin, arzobispo de Lyón; el cardenal Sterzinsky, arzobispo de Berlín y encargado de la familia en la Conferencia Episcopal Alemana. También el arzobispo Wiertz, de Roermon (Holanda). Nos ha sorprendido que al cardenal Vallini, vicario del Papa para la diócesis de Roma, le haya gustado el cartel que se ha hecho para informar de la celebración y ha dado permiso para que se exponga en todas las parroquias de Roma y se invite a la gente a asistir a Madrid. Después nos comunicó que vendría a la Celebración. También acudirá el cardenal Antonelli, presidente del Pontificio Consejo para la Familia; el cardenal Rylko, presidente del Pontificio Consejo para los Laicos; también el cardenal Cordes, presidente del Pontificio Consejo «Cor Unum» y el cardenal Michalik, presidente de la Conferencia Episcopal polaca. Nos ha dejado sorprendidos que dejen su diócesis en plena Navidad es un gran apoyo a este encuentro de Madrid.
– El lema del Encuentro es «El futuro de Europa pasa por la familia», en referencia a las palabras que Juan Pablo II pronunció durante su primera visita a España en 1982…
– Estamos contentos de que en esta ocasión el Encuentro se haga en la plaza de Lima. Allí fue donde, en 1982, Juan Pablo II, que ha sido defensor y apóstol de la familia en todo el mundo, dijo: «El futuro de la humanidad pasa por la familia». Al hacer la celebración en la plaza de Lima ponemos el encuentro en relación con el Papa. Lo que también recuerda que Juan Pablo II dijo que es necesaria una nueva evangelización en la Iglesia, cosa que hay que poner en práctica. En el Camino Neocatecumenal hay miles de familias que están partiendo hacia las zonas más difíciles de Europa, como Escandinavia o zonas de la Alemania ex comunista, donde casi todo el mundo está ya sin bautizar.
– ¿Son muchas las familias que llegarán a Madrid desde Europa este año?
– Vienen muchas familias numerosas del Camino y otras que no lo son. Ha habido una gran adhesión. Vendrán cerca de 700 familias de Francia, 200 de Austria, de Alemania casi mil familias… Nos sorprende que desde Italia vayan a venir más de diez mil familias. Vienen también de Polonia, Portugal, de Estonia, Lituania, Ucrania…
– El Encuentro es tan importante que varias televisiones van a retransmitirlo en directo. Se podrá ver en Estados Unidos, Canadá, Australia y varios países de Europa que se han interesado…
– Telepace, de Roma, y Popular TV desde Madrid, lo van a retransmitir para toda Europa. También se podrá ver en esos otros países. Estamos sorprendidos de esta acogida tan grande. El tema de la familia interesa mucho por todo lo que está sucediendo hoy día. Además, el Papa hablará de nuevo en directo desde San Pedro para todas las familias que se reúnan en la plaza de Lima.
– Recientemente, por iniciativa de Benedicto XVI, el Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre matrimonio y familia, de la Universidad Lateranense de Roma, le ha concedido el Doctorado Honoris Causa en Sagrada Teología. ¿Por qué se lo han otorgado al Camino Neocatecumenal?
– Ha sido muy importante que la Iglesia haya querido aprobar lo que está haciendo el Camino. Dice la Laudatio, que ha realizado el profesor Noriega, que el Camino Neocatecumenal ha sabido obedecer una encíclica profética como es la «Humane vitae» del Papa Pablo VI, lo que ha sido un gran testimonio para toda la Iglesia. La «Humane vitae» dice que todo acto conyugal tiene que ser abierto a la vida.
– ¿Cómo colabora el Camino Neocatecumenal a hacer realidad este deseo del Papa?
– El Camino es una iniciación cristiana abierta en las parroquias para ayudar a los cristianos a tener una fe más fuerte y poder resistir a todo el laicismo imperante. Hemos enseñado lo que dice la Iglesia, lo que dice el Papa sobre la sexualidad cristiana. Esta encíclica fue muy mal acogida en general en toda Europa y se hablaba de paternidad responsable como una limitación a los hijos, por lo que sólo se tenían uno o dos hijos. Nosotros entendemos que la paternidad responsable, como después ha confirmado la Santa Sede, es ser responsable de colaborar con Dios en dar la vida a un ser humano que vivirá eternamente y será hijo de Dios.
Las familias del Camino tienen el índice de natalidad más alto de toda Europa: siete por familia. Esto ha dado lugar a miles de vocaciones en la Iglesia, a familias en misión y a que las parroquias en las que está el Camino se encuentren llenas de jóvenes.
– También en el Doctorado Honoris Causa se alaba que el Camino Neocatecumenal haya sabido transmitir la fe a los hijos. ¿Cómo se hace esto?
– Esta iniciación cristiana se realiza en las parroquias en pequeñas comunidades, como los primitivos cristianos. Esta pequeña comunidad apoya y salva a la familia y la familia salva a la Iglesia. Decimos en las catequesis que damos en las parroquias que existen tres altares. El primero es la Santa Eucaristía, donde Cristo ofrece su muerte y resurrección por nosotros. El segundo altar es el tálamo nupcial, donde antes de hacer el acto conyugal –en el que se hace presente el Sacramento del Matrimonio– los esposos oran al Señor y descubren la belleza de la sexualidad cristiana. El tercer altar, podríamos decir que es la mesa familiar, en la que se reúne la familia con todos sus hijos para bendecir al Señor por los alimentos que nos da. Las familias neocatecumenales, los domingos, en torno a esta mesa, hacemos una celebración doméstica, una celebración familiar en la que los hijos y los padres rezan los salmos y alaban al Señor. Después, los padres abren la Biblia y preguntan a cada hijo «¿Qué te dice esta palabra hoy?, ¿cómo ilumina tu vida?» Continúan rezando por el Papa, los gobernantes... Se dan la paz y los hijos se ponen de rodillas ante los padres y ellos les bendicen imponiéndoles las manos.
– ¿Cómo ayuda todo esto a los más jóvenes?
– Gracias a esta celebración doméstica, la mayoría de los hijos de las familias del Camino están en la Iglesia. Les hemos dicho a los padres que es de vida o muerte la transmisión de la fe a los hijos, porque hay una presión muy grande en la escuela, la universidad y es necesario sostener a los hijos en la fe. Como fruto de esto, en el Camino se dan numerosas vocaciones y se han abierto setenta y cinco seminarios diocesanos misioneros Redemptoris Mater en todo el mundo.