En total, son 131 firmas que representan a la mayoría del clero guipuzcoano en activo y engloba tanto a sacerdotes diocesanos como a religiosos. En el comunicado, de los 110 párrocos de Guipúzcoa, 85 transmiten su «dolor y profunda inquietud» con la «intencionalidad y el procedimiento seguidos» en el nuevo nombramiento y perciben esta designación como «una clara desautorización» de la vida eclesial de la Diócesis guipuzcoana y como una iniciativa destinada a «variar su rumbo».
 
Los sacerdotes y religiosos con cargo pastoral de la Diócesis de Guipúzcoa manifiestan su «disconformidad y desaprobación» por el nombramiento y «lamentan y deploran» que esta decisión «no haya respetado el sentir» de la Iglesia Diocesana y sus organismos pastorales. Además, afirman que Munilla cuenta con «una trayectoria pastoral profundamente marcada por la desafección y falta de comunión con las líneas diocesanas», informa Ep.
 
Los curas insisten en manifestar su «apoyo y adhesión» a la línea pastoral y estilo eclesial que «se ha ido forjando hasta ahora» en la Diócesis y refuerzan su «voluntad y compromiso de seguir caminando en coherencia con las opciones pastorales» que han mantenido a lo largo de los últimos años.
Asimismo, tienen el convencimiento de que seguirán recibiendo «el aliento y el espíritu de tantos y tantos creyentes que en estos momentos de incertidumbre seguirán aportando su fidelidad lo mejor de su experiencia cristiana».