No obstante, aseguró que prefiere que se acaben antes cosas más necesarias y urgentes, aunque matizó que espera que la Junta de Andalucía «nos permita hacer el proyecto que está presente». «Las catedrales son organismos vivos», aseguró, al tiempo que agregó que «qué miedo hay a dejar que el organismo vivo siga su vida».

Catalá hizo hoy balance de su primer año en el obispado de Málaga donde aseguró que «he disfrutado de ser obispo»y añadió que «ha sido muy positivo y muy gozoso». La Diócesis de Málaga es la quinta de España en población, tiene 297 parroquias, 339 sacerdotes con una edad media de 61,78 años «es un clero mayor», aseguró Catalá, quién añadió que de este conjunto 102 sacerdotes tienen cumplidos ya los 75 años.

Entre los sacramentos del año 2008 hubo 8.819 bautismos, 6.358 primeras comuniones y 978 confirmaciones y 2.647 matrimonios que «representa más del 60 por ciento de los matrimonios que se hacen en la provincia».

Entre los retos «más importantes» que indicó Catalá en rueda de prensa, se encuentran la realidad de un presbiterio, ante «el ingente trabajo pastoral», y la promoción y acompañamiento de nuevas vocaciones al sacerdocio a la vida consagrada y a la familia cristiana ya que «hacen falta jóvenes valientes que acepten la llamada», informa Ep.

Además, de la conveniencia de potenciar los arciprestazgos como base de la acción pastoral, ya que son «los grupos de parroquias que coordinan el trabajo de diversas zonas» y lo que queremos es «potenciar el arciprestazgo como equipo dinámico de trabajo», así como la implantación del proceso de iniciación cristina y el catecumenado de adultos; «la tarea más importante es hacer cristianos», apostilló.


Entre las iniciativas y prioridades pastorales para el 2009-2010, el obispo de Málaga indicó que son tres, celebrar el año sacerdotal, conocer el nuevo catecismo de infancia «Jesús es el Señor» y  preparar la Jornada Mundial de la Juventud.

Asimismo, indicó que habrá una remodelación de la organización pastoral en vicarias sectoriales, ya que antes eran territoriales, y que serán de Judicial y vida Consagrada, promoción de la fe, acción caritativa y Social.

En este sentido, indicó que «así ahorramos personal y concentramos los esfuerzos, ya que necesitamos dar solución a los retos». Por otro lado, indicó que durante este año visitó el conjunto geográfico de la Diócesis, aunque no todas las parroquias.


Catalá manifestó que hay «grandes realidades» en la Diócesis cuyos protagonistas son los laicos, en concreto, son los «movimientos laicales». «Hay una realidad muy viva en nuestra Diócesis» apuntó y prosiguió que son «llevadas a cabo por fieles laicos a través de los movimientos cristianos» y que está compuesto por «valientes hombres e intrépidas mujeres que dan su tiempo y su vida».

Además, indicó que «una mención especial» son las hermandades y las cofradías ya que «se ha cumplido, como dije desde mi llegada a Málaga, que nos íbamos a entender muy bien y así está sucediendo».

El obispo de Málaga indicó que «son patentes los problemas que ha generado la crisis económica» y apuntó que «nuestra Diócesis es una Iglesia comprometida con los hombres y las necesidades concretas» y por ello felicitó a Cáritas por la labor que «ha hecho en estos momentos de crisis».

Además, indicó que aunque no quiere «hacer propaganda de las cosas buenas que hacemos» es «claro y patente a todo el mundo que las ineficacias de ciertas acciones políticas las está sufragando la iglesia».

Por otro lado, aseveró en relación con futuro del convento del Císter, que tiene que ser «el Císter el que hable», de momento hay un convenio con el Ayuntamiento de cara a un museo, aunque ya existe uno y «ese museo aunque se vayan las hermanas quedará en Málaga».

«Lo que ahora ocupan las monjas del monasterio ellas tendrán que decidir que hacer con él, no yo», apostilló y después añadió que «se verá» la posibilidad de que el templo o la Iglesia pudiera ser utilizado por una cofradía. «No se sabe», concluyó.