El próximo sábado el PP de Navarra celebra su I Congreso en la Comunidad Foral. Una de sus aportaciones fundamentales será la Ponencia Política, y a ella se ha presentado algunas enmiendas que dejarían clara la postura del partido como totalmente contraria al aborto.
En concreto, la presentada al apartado La Navarra que queremos en valores y principios propone la aprobación de este texto: «Para el PPN todo ser humano tiene derecho a la vida por el simple hecho de existir y consideramos que la vida es un derecho fundamental de todos, desde la concepción hasta la muerte natural».
Otra enmienda recalca la oposición del partido «a nuevas regulaciones legales para el aborto, ya que sólo traerían más sufrimiento para miles de mujeres». Por último, se pide que el PP se comprometa en su acción política: a «oponerse por todos los medios legales a que el aborto –así como la eutanasia- se convierta en un derecho o en un negocio»; a que, mientras la legislación nacional mantenga la despenalización de tres supuestos, se asegure «con la oportuna reglamentación» que los supuestos «se dan realmente y no se convierten en un acceso libre al aborto en fraude de ley»; a que se ayude a las mujeres embarazadas en dificultades mediante ayuda material y moral y facilitando la adopción; a «proporcionar a las mujeres embarazadas que estén en riesgo de abortar los argumentos objetivos y recursos materiales de toda índole que les hagan considerar el bien del nasciturus, evitando decisiones mortales precipitadas»; y a «dar voz a los futuros padres en la decisión sobre el aborto si éste fuese legal, y a los padres y madres de las madres menores en su caso».
Igualmente, se propone aplicar la normativa sobre el aborto a la píldora del día después, «por tratarse de un fármaco abortivo que se suministra en fraude de ley respecto a la actual ley de despenalización parcial del aborto».
Estas enmiendas servirán para testar la disposición de los populares para una defensa eficaz de la vida desde el momento de la concepción. La ocasión es singular, al tratarse de un Congreso no ordinario sino constituyente, que se hizo necesario tras la ruptura, en octubre de 2008, del acuerdo entre PP y UPN que funcionó en Navarra desde 1990. Los entresijos de esa ruptura han sido reciente objeto de un libro del senador José Ignacio Palacios, La ruptura inducida (LibrosLibres), que recoge una exhaustiva documentación sobre la historia de la derecha navarra y sus distintas formaciones desde la Transición.