“Monseñor Jean Marie Benoît no se suicidó sino que fue brutalmente asesinado”, afirma en un comunicado la Conferencia Episcopal de Camerún sobre el obispo de Bafia. Y es que tras las primeras pesquisas se hallaron restos de tortura en el cuerpo del prelado.
“Actualmente el cuerpo está a disposición de las autoridades judiciales para la investigación de las circunstancias, de las causas exactas y de los autores de este crimen atroz e inaceptable. (...) Nosotros, los obispos de Camerún afirmamos que Mons Jean Marie Benoît no se suicidó; fue brutalmente asesinado. Se trata de un asesinato más, uno de más”, recoge el comunicado que pretende arrojar luz sobre la memoria del obispo.
Tal y como recoge la agencia Fides, los obispos subrayan en el texto “la triste memoria de varios prelados, sacerdotes y personas consagradas que fueron asesinadas en circunstancias poco claras hasta la fecha. En particular, recordamos a Mons. Yves Plumey, Arzobispo Emerito de Garoua (asesinado en Ngaoundéré – 1991), don Joseph Mbassi (Yaoundé - 1988), p. Antony Fontegh (Kumbo1990), las Hermanas de Djoum (1992), P. Engelbert Mveng (Yaoundé – 1995), solo por citar algunos”.
En este lugar encontraron el coche del obispo, lugar en el que previsiblemente fue asesinado o lanzado al río
“Tenemos la impresión de que el clero de Camerún está particularmente perseguido por fuerzas oscuras y malvadas”, denuncian los obispos de Camerún.
Además, la Conferencia Episcopal del país africano pide que “se haga luz sobre las circunstancias y los motivos del asesinato del Monseñor Bala, y que sean identificados y llevados ante la justicia para ser juzgados según la ley, todos los responsables”.
También exigen al Estado que “asuma el deber real de proteger la vida humana”; a los medios de comunicación y a los usuarios de las redes sociales que no difundan mentiras y respeten la dignidad de los seres humanos. Por último, los Obispos piden a los asesinos de Mons. Bala “qué realicen un camino de conversión urgente y radical”.