(Justo Aznar/Alfa y Omega) El Estudio Internacional sobre Actitudes hacia la Biotecnología, promovido por la Fundación BBVA, muestra que los españoles apoyan la investigación con células madre embrionarias, con fines terapéuticos, pese a reconocer a seres humanos en los embriones. El doctor Justo Aznar, Director del Instituto de Ciencias de la Vida, de la Universidad Católica de Valencia, se pregunta: «¿Cómo se puede plantear una encuesta para conocer si se apoya el uso de células madre embrionarias para tratamientos médicos, cuando la realidad científica es que con células madre embrionarias nunca se ha curado a nadie?» Resulta evidente la desinformación de la opinión pública, pero también la tendenciosidad del encuestador Los titulares de algunos rotativos españoles subrayan que la mayoría de los españoles apoya la investigación con embriones humanos de pocos días, algo que indudablemente predispone al lector a aceptar las tesis que ellos mismos propugnan. El primer aspecto sobre el que conviene reflexionar es sobre la naturaleza de las preguntas realizadas. Una de ellas se formula así: «¿Apoya la investigación con células madre de embriones para encontrar tratamientos de varias enfermedades?» A mi juicio, difícilmente se puede plantear una pregunta de una forma más tendenciosa, pues implícitamente sugiere que utilizando embriones humanos de pocos días, o mejor las células de ellos derivadas, se pueden tratar diversas y graves enfermedades. Nada más alejado de la realidad científica. Según la prestigiosa revista Science, en enero de 2007 existían 1.238 ensayos clínicos para evaluar el efecto terapéutico de las células madre. Pues bien, todos ellos utilizan células madre adultas, ninguno células madre embrionarias. Por otro lado, según se recoge en un registro internacional de ensayos clínicos con células madre (www.stemcellresearch.org), en noviembre de 2007 se estaba evaluando el efecto de las células madre en 73 tipos de enfermedades distintas. Al igual que en la referencia anterior, todos los ensayos estaban realizados con células madre adultas, ninguno con células madre embrionarias. Por ello, me pregunto: ¿cómo se puede plantear una encuesta para conocer si se apoya el uso de células madre embrionarias para tratamientos médicos, cuando la realidad científica es que con células madre embrionarias nunca se ha curado a nadie? Creo que ante esta pregunta sólo hay dos respuestas: o ignorancia científica de los encuestadores, o intencionalidad ideológica para dirigir los resultados hacia donde ellos desean. El embrión es un ser humano Otra de las preguntas formuladas es: «¿El embrión humano de unos pocos días es un ser humano, o un conjunto de células?» Un 26,6% consideran que es un conjunto de células, mientras que un 35,2% estiman que es un ser humano. Estoy seguro de que la gran mayoría que los políticos de nuestro país desearían obtener a su favor una diferencia de 9 puntos porcentuales, como la aquí conseguida a favor de la naturaleza humana del embrión temprano. Sin duda, si obtuvieran tales resultados no dudarían en afirmar que su éxito había sido arrollador, cuando aquí el éxito se atribuye al 26,6% que opina que es un conjunto de células. Finalmente, quiero referirme al manido argumento del negativo influjo de la religión sobre el desarrollo de la ciencia. No voy a profundizar en este asunto, no hay espacio para ello, simplemente referir una anécdota que puede arrojar alguna luz sobre el tema. Actualmente, uno de los científicos con mayor prestigio a nivel mundial es Shinya Yamanaka, el investigador que ha descubierto la posibilidad de reprogramar células adultas a células similares a las embrionarias. Pues bien, Yamanaka inició sus investigaciones motivado por lo que observó en el microscopio al contemplar un embrión humano. Al verlo, se preguntó si existía alguna diferencia entre ese embrión y sus dos hijas adolescentes, concluyendo que no, por lo que pensó que no entendía cómo se podían proponer investigaciones biomédicas que conllevaran la destrucción de embriones como el que él había visto. Tras ocho largos años de investigación, y motivado fundamentalmente por una razón ética, como era encontrar un camino para obtener células madre similares a las embrionarias humanas sin tener que destruir embriones, descubrió las células iPS, seguramente uno de los más importantes avances de la ciencia biomédica actual. Es decir, fue fundamentalmente una razón moral lo que motivó a Yamanaka a iniciar su investigación, algo difícilmente compatible con el manido argumento de que determinadas actitudes religiosas pueden frenar el desarrollo científico. Por lo anteriormente expuesto, creo que la encuesta que se comenta esta dirigida a desproveer al embrión humano de pocos días de su carácter ontológico de ser humano vivo; todo ello para poder manipularlo sin ninguna responsabilidad ética y así poder experimentar con embriones humanos al amparo de las actuales leyes sin trabas legales ni impedimentos morales.