Durante la campaña electoral, cuando le preguntaban si era cristiana, ella explicaba que se bautizó en su Eslovenia natal, que es un país de mayoría católica. Sin embargo, su padre era miembro militante del Partido Comunista Yugoslavo entonces en el poder dictatorial (más por conveniencia que por convicción, parece). En su pueblo de Sevnica todos los daban por ateos. Nadie de la familia iba a la iglesia ni recibía formación religiosa, decían los vecinos.
Melania nació en 1970 y tenía 19 años cuando se hundió el muro de Berlín en 1989. En esa época mucha gente en los países ex-comunistas se bautizaba por convencimiento o por dejar claro su distanciamiento del comunismo. Melania llegó a Estados Unidos en 1996, con 26 años, así que su bautismo en Eslovenia pudo ser probablemente entre los 20 y los 25 años, y probablemente con poca o ninguna catequesis preparatoria, como era común en esos años.
Pero ahora hay nuevos datos a raíz de los comentarios en Radio Vaticana, en su edición eslovena, del cardenal esloveno Franc Rodé, que conoce al párroco que bautizó a Melania, aunque no detalla si fue en la infancia, a escondidas en un régimen anticlerical y comunista, o en esa etapa entre los 20 y los 25 años.
Rodé, Prefecto emérito de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, explicó en los micrófonos de la Radio Vaticana que en diálogo con Melania durante la visita al Vaticano, ella misma le confirmó haber sido bautizada un 14 de junio, en Raka, muy cerca de su pueblo natal, Novo Mesto. Más aún, Melania señaló el día, un 14 de junio... ¡que coincide con el cumpleaños de Donald Trump!
El portal católico Aleteia ha traducido del esloveno esa parte de la entrevista de Radio Vaticano.
»Hoy, 24 de mayo de 2017, a las 12:30 am, el cardenal Franc Rode con su secretario Matej Pavlič, y el Embajador de Eslovenia en Roma, Tomaž Kunstelj, se reunieron con Melania Trump, esposa del presidente de Estados Unidos Donald Trump en Villa Taverna, la residencia del embajador de Estados Unidos en Italia, después de que ella regresara de una visita al hospital Bambino Gesu. Llamamos al cardenal y le pedimos para Radio Vaticano sus impresiones de su reunión con la primera dama de los Estados Unidos.
»En primer lugar, le preguntamos a la señora Melania, qué opinión tiene de su encuentro con el Papa. Nos contó que le ha dejado una muy buena impresión, que lo ha visto muy relajado y entonces relató la anécdota que también se ha visto por televisión cuando le preguntó si le sirve “potica” a su marido. Ella le contestó que le encanta la potica, pero a la pregunta del papa de hecho no respondió. Lo interesante es que ella trajo consigo su propio rosario y le pidió al Santo Padre que lo bendijera. Esto es lo que han visto por la televisión. Por lo cual la “First Lady” o Primera Dama de Estados Unidos reza el rosario. Es decir que lo más hermoso que ella ha traído de Eslovenia lo conservó también en Estados Unidos.
»Luego le pregunté cómo se siente en este su nuevo papel como primera dama. Dijo que cumple con sus obligaciones y es consciente de sus responsabilidades y trata de estar al lado de su marido.
» “Pero”, añadió, “al margen de todo esto, en primer lugar soy mamá.” Madre de su hijo de once años, Baron, que crece y pronto será más alto que ella. También le pregunté: “¿Y Baron sabe esloveno?” “Por supuesto, por supuesto. Con los abuelos, su abuela y abuelo que viven en Nueva York siempre hablan en esloveno. Cuando termine el año escolar se trasladará de Nueva York a Washington, donde ya tiene amigos”, contó la señora Melania.
»Le hice mención de su bautismo y me dijo: “Sí, ésto fue en Raka” (pueblo cercano a su ciudad natal Sevnica en Eslovenia). Le comenté que conocía el dato que la había bautizado el párroco France Čampa, al que conocí muy bien y fue muchos años párroco en Mengeš”. A ésto la señora Melania comentó: “lo interesante es que mi bautismo fue el 14 de junio, exactamente el día del cumpleaños de mi marido, el Presidente de los Estados Unidos. “ Le dije que conocía muy bien al señor Čampa que fue realmente muy buen sacerdote, piadoso, culto y muy, muy cercano a la gente ” a lo que Melania me contestó: "Mi madre me habló de la misma manera de este sacerdote, tal cual lo describe usted”…
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