“Que el Espíritu Santo done paz al mundo entero; sane las plagas de la guerra y del terrorismo, que también esta noche, en Londres, ha golpeado a personas inocentes: oremos por las víctimas y sus familiares”.
En la noche del sábado, después de las 22:00 hora local, una furgoneta se lanzó a más de ochenta kilómetros por hora sobre un grupo de viandantes en una popular zona de bares y restaurantes. Tres hombres salieron del interior del vehículo, armados con cuchillos y con chalecos “suicidas” que resultaron ser falsos.
Los terroristas atacaron con los cuchillos a decenas de personas a la entrada de los bares y de los pubs, de camino hacia una de las zonas más conocidas y en la que se concentra más gente en la noche, Market. La policía evacuó la zona y mató a disparos a los 3 agresores. Habían causado al menos 7 víctimas mortales y 48 heridos.
También el presidente de los obispos de Inglaterra y Gales, el cardenal Vincent Nichols, elevó oraciones al Señor por el descanso de las víctimas. “Todos los involucrados en los inquietantes y violentos incidentes (ocurridos) en el Puente de Londres, Borough Market y Vauxhall están en mis oraciones esta noche”, expresó a través de su cuenta de Twitter.
El Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, José Gil Tamayo escribió en Twitter: “Nuestra firme condena del terrorismo, que de nuevo golpea Londres, y nuestra oración y solidaridad con las víctimas y el pueblo de Reino Unido”.
Por su parte, el Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), el cardenal Daniel DiNardo, pidió al Espíritu Santo dar su don de consuelo a las familias de las víctimas.
"En estas trágicas horas imploramos al Espíritu Santo que derrame su don de consuelo sobre aquellos que sufren la pérdida de sus seres queridos y en las docenas de personas que fueron trágicamente heridas en este horrible ataque”, expresó en un comunicado difundido por la USCCB.
El Cardenal DiNardo también pidió a Dios que conceda “fortaleza, sabiduría y protección a los hombres y mujeres que salvaguardan a nuestras familias y que convierta los corazones de todos los que siguen el camino del malvado extremismo. Nuestra solidaridad en la esperanza cristiana y el compromiso con la paz es un vínculo que no se puede romper”.
Este ataque ocurre a doce días del atentado suicida yihadista a la salida del concierto de Ariana Grande en Manchester y que dejó 22 muertos, la mayoría jóvenes y niños. Este atentado fue reivindicado por Estado Islámico (Daesh).