Los abortistas, que apenas sumaron 30 manifestantes, no pudieron concretar el propósito de su convocatoria: protagonizar un acto masivo de apostasía y pegar carteles ofensivos en las puertas del templo mayor de la ciudad. Los manifestantes anti-vida se marcharon luego de vociferar insultos a los asistentes. «Este hecho nos demuestra que la fe en ciudad esta viva, que los jóvenes amamos la Iglesia y queremos vivir según la doctrina que en la Iglesia el Señor Jesús nos ha dejado», declaró Liliana Vélez, una de las jóvenes que defendió la catedral, informa ACI.
Asimismo, recordó que «como católicos merecemos respeto y tenemos todo el derecho de hacernos respetar» así como expresar «que nuestros pastores, sacerdotes y obispos, no están solos, cuentan con un laicado entusiasta y decidido a luchar en contra de la anticultura de muerte que algunos grupos quieren imponer a la fuerza, manipulando datos estadísticos, presionando a las autoridades municipales con organismos internacionales y con amañadas interpretaciones de las leyes y la Constitución».
Asimismo, recordó que «como católicos merecemos respeto y tenemos todo el derecho de hacernos respetar» así como expresar «que nuestros pastores, sacerdotes y obispos, no están solos, cuentan con un laicado entusiasta y decidido a luchar en contra de la anticultura de muerte que algunos grupos quieren imponer a la fuerza, manipulando datos estadísticos, presionando a las autoridades municipales con organismos internacionales y con amañadas interpretaciones de las leyes y la Constitución».
«Los católicos vamos a defender Medellín y Colombia porque no queremos vivir la degradación social y moral que hoy vive España y Europa en general, queremos ser un país que testimonie al mundo que la familia es fuente vida y amor, que la mujer tiene dignidad, que su vocación a la maternidad y el rol que debe tener en la sociedad debe ser valorado rectamente y que no queremos vivir bajo la oscura y maligna ideología de género», agregó.