Los enfrentamientos entre Patrick Kennedy y el obispo de Providence, Thomas Tobin, no son nuevos en la diócesis. Han tenido ocasión de manifestarse en los últimos meses a raíz de la reforma sanitaria del presidente Barack Obama. Los obispos norteamericanos han insistido y presionado para que esa reforma no incluyese la financiación pública del aborto, y lo consiguieron hace algunas semanas en la Cámara de Representantes gracias al cambio de criterio de algunos demócratas, temerosos del giro en la opinión pública, cada vez más inclinada hacia el lado pro-vida.
 
Kennedy, representante por Rhode Island y activo valedor de Obama en este proyecto, crucial en su mandato, se enfrentó por ese motivo a los obispos, y en particular a monseñor Tobin.

Pero ahora ha dado un paso más, y en una entrevista concedida a John Mulligan y publicada este domingo por el diario The Providence Journal, Kennedy sostiene que el obispo ha dado orden a todos los sacerdotes de la diócesis para que no se le administre la comunión, a causa de su apoyo al aborto.

«Me dijo que no comulgase y que había dado instrucciones a los sacerdotes diocesanos para no darme la comunión», dijo, y añadió que, según monseñor Tobin, «no era un buen católico a causa de mis posturas como representante público».

Kennedy ha tenido muchos problemas con las drogas y el alcohol y ha padecido algunos trastornos mentales que le han hecho un adalid de la dignidad pública de estos enfermos. También se ha visto envuelto en accidentes de tráfico en circunstancias no del todo aclaradas, y en otros incidentes con la ley.

De ahí que incluso sus afirmaciones sobre esta nueva enganchada con monseñor Tobin hayan sido cuestionadas. El mismo Mulligan afirma que Kennedy declinó aclarar cuándo y cómo el obispo le ordenó que no comulgase. Y desde la diócesis se afirma que el prelado «nunca se ha dirigido a los pastores de la diócesis sobre la comunión de los representantes públicos».

Patrick Kennedy tiene 42 años, es miembro de la Cámara de Representantes de Washington desde los 28, pero, continuando la precocidad de la saga familiar y su contrastado poder, ya a los 21 lo había logrado en la Cámara de Representantes del Estado. Es el hijo menor del recientemente fallecido Ted, y por tanto sobrino del ex presidente JFK.

Se unió a la campaña de Obama desde el principio, considerándole «el perfecto antídoto contra George W. Bush». Y en materia de aborto, no hay duda de que tenía razón, y de que ha llevado esa convicción al mismísmo enfrentamiento personal con su obispo.