El abandono de un modelo de relación conyugal basada en el compromiso afectivo y en la diferenciación sexual es, a juicio de Tony Anatrella, consultor de los Consejos Pontificios para la Familia y para la Salud, la causa del estado actual de deterioro en el que se encuentra la institución familiar. Así lo explicó en su intervención en el XI Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación Universitaria San Pablo CEU.
«El discurso político y mediático –apuntó Anatrella- nos induce a menudo a no querer tomar en consideración más que ciertos casos particulares de uniones afectivas, a partir de los cuales habría que definir principios generosos válidos para todos en nombre de una mentalidad compasiva», con la tendencia a «hacer de cada situación un modelo posible». Razonamiento que lleva a ciertos sociólogos de la familia a defender la legalización de ciertas formas de unión en nombre de «la igualdad de los ciudadanos ante la ley».
Frente a estos planteamientos, Anatrella puntualizó que no toda forma de unión puede «participar antropológica y legalmente en la definición del sentido de lo que es una pareja y de lo que es una familia». Ésta viene definida por su capacidad de «representar el sentido de la alteridad sexual y su potencial capacidad para ser creadora, por la presencia del hombre y de la mujer, incluso en el caso de no ser fértiles».
En consonancia con esta idea, abogó por una estructura familiar articulada en torno a la diferenciación sexual del padre y la madre. En otro tipo de uniones, «el niño no se inscribe en un linaje y en una historia, ya que la diferencia de generaciones, de los roles y de las funciones son carnalmente inexistentes. Éstas se sustituyen entonces por ficciones que se proyectan más en la dimensión imaginaria del deseo y de las relaciones».
A su vez, al hablar de cómo interpreta el discurso social y mediático a la familia, se ha referido al extendido modelo de «pareja seductora y provisional», que es aquella en la que «hombre y mujer se seducen mutuamente pero no saben hacer evolucionar la relación, construir una vida de pareja y superar las diferentes etapas».
Anatrella, experto en psicología clínica y social, está considerado considerado una autoridad mundial en la investigación sobre trastornos de la conducta vinculados a alteraciones sexuales. En más de una ocasión ha defendido que no existe una identidad homosexual, sino sólo identidades masculina y femenina. También se ha mostrado siempre muy crítico con la indiferenciación de roles familiares como consecuencia de la ideología de género.
El lobby gay ha atacado a Anatrella en más de una ocasión, pues el científico francés no ha dudado en afirmar que la palabra homofobia «es el término utilizado por las asociaciones homosexuales para denominar la actitud de todos los que cuestionan y critican la voluntad de imponer a la sociedad la banalización y la normalización de la homosexualidad».