El europarlamentario Mario Mauro ha planteado en la primera ponencia del XI Congreso Católicos y Vida Pública, «Fundamentos morales de la acción política», que desde 1989, con la caída del muro de Berlín, Europa vive sumida en una suerte de «síndrome de Estocolmo» respecto al comunismo que la llevaa no saber cuáles son sus fronteras y a vivir «sometida a la dictadura de la nada».
Además, Mauro, que compartía «cartel» en esta ponencia con el ex presidente portugués Antonio Ramalho, ha señalado que este síndrome, este «complejo» frente al comunismo hallevado al Parlamento Europeo a codenar en muchas opcasiones el nazismo y sus campos de exterminio, pero, al mismo tiempo, ser un lugar donde prácticamente está vetada la palabra «gulag».
Así, segúin denuncia Mauro, la cámara europea de representantes ha condenado acciones del Vaticano en 30 ocasiones, mientras que China y Cuba sólo han sido reprendidas en 10 ocasiones por asuntos relacionados con los derechos humanos.
Además, entre todas las instituciones europeas, Mauro ha contabilizado 64 «ataques» que, señala, «respnden a la creencia de que se considera fundamentalista el simple hecho de creer». En este sentido, el europarlamentario de refirió a la reciente sentencia del Tribunal de Estrasburgo. Para Mauro, el fallo del Tribunal, busca « el ocaso definitivo de un proyecto, en nombre de una ideología que quiere privar a un pueblo de sus orígenes y quiere someter a Europa a la dictadura de la nada».