Este sábado 4 de mayo, 36 legionarios de Cristo de 8 países diferentes han sido ordenados sacerdotes en la Basílica de San Juan de Letrán, en Roma. La celebración estuvo presidida Monseñor José Rodríguez Carballo, O.F.M., secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida apostólica.
Más de 2.000 personas, entre familiares, amigos y compañeros asistieron a esta celebración, en la que el padre Eduardo Robles-Gil, director general de los Legionarios de Cristo y del Regnum Christi, presentó a los candidatos a la ordenación.
Procedentes de 8 países
Entre los nuevos sacerdotes hay tres destinados en España: el P. Nathan Wayne, de Estados Unidos y destinado en Madrid en Everest School Monteclaro, el P. Javier Cerrilla, de México, que trabaja con jóvenes del Regnum Christi de Madrid, y el P. Edgar Pulido, también de México, y con destino en Cumbres School Valencia.
Los nuevos sacerdotes proceden de EE.UU (11), México (9), Colombia (7), Chile (3), Alemania (3), Nueva Zelanda (1), Italia (1), Brasil (1).
Monseñor José Rodríguez Carballo, O.F.M. afirmó que “el sacerdote más que ningún otro debe considerarse hombre del pueblo y para el pueblo. Y ni el estilo de vida ni el lenguaje que utiliza en el servicio de la evangelización pueden separarle del pueblo del que ha sido sacado y al que pertenece, no sólo por su origen sino también por la especial vocación que ha recibido”.
"La Iglesia necesita de sacerdotes servidores"
También invitó a los nuevos sacerdotes a que nunca olvidaran que están “llamados a servir, por favor. La Iglesia necesita de sacerdotes servidores”, y repitió constantemente la frase “dadles vosotros de comer” porque “el sacerdote está llamado a darse y a dar el tesoro que llena de sentido su vida: Jesucristo. “Dadles vosotros de comer”. Para eso seréis ungidos por el Espíritu”.
“Y es que la vocación sacerdotal no es una profesión, no es un trabajo, no es un hobby. Ser sacerdote es sobre todo y ante todo una vocación, un sentirse conquistado por el Señor que hace a un hombre partícipe de un modo especial de su sacerdocio, y por eso lo saca de entre los hombres y lo consagra para una dedicación exclusiva al servicio del Reino”.
“Muy mal haría para sí mismo y mucho daño haría a la Iglesia si uno optase por esta vocación sin ser llamado. Tal vez llegaría a ser un buen profesional de las cosas que atañen al Señor, un buen funcionario como ama decir nuestro querido papa Francisco (…) pero no un pastor según el corazón de Cristo, dispuesto a nutrir abundantemente a sus ovejas y, si fuera el caso, llegar a dar su vida por ellas”, concluyó.
Concelebraron junto a monseñor José Rodríguez Carballo, O.F.M., los obispos Jorge Patrón Wong, secretario de la Congregación para el Clero y encargado para los seminarios; Robert Fisher, obispo auxiliar de Detroit y familiar de uno de los recién ordenados sacerdotes y José Alejandro Castaño, obispo de Cartago en Colombia. También concelebraron la eucaristía 240 sacerdotes.