El calendario laboral del mundo occidental se ve interrumpido anualmente con oportunos descansos, que coinciden en su mayor parte con fiestas relacionadas con la tradición cristiana. Navidad, Semana Santa, Reyes Magos, patrones de ciudades, regiones y naciones, etcétera. Pero cada vez con mayor insistencia, se están imponioendo usos y costumbres que descristianizan y vacían de su sentido profundo estas fechas. Así ocurre muy especialmente con la Navidad, celebración en la que los cristianos conmemoran el nacimiento de Cristo, Hijo de Dios y Salvador de los Hombres.

Así ha ocurrido en muchos lugares de España, donde las luces que tradicionalmente engalanan sus calles en estas fechas han dejado los motivos navideñlos a un lado, para ser un espectáculo vacío de contenido profundo, más allá de la estética que acompaña al consumismo. Es notorio el caso de la capital, Madrid, que desde hace años, en concreto desde que Albberto Ruiz gallardón accediera a la alcaldía, se ha centrado en decorar la ciudad sin apenas referencias cristianas. Este hecho ha llevado a numerosas asociaciones a movilizarse y reivindicar el sentido cristiano de la Navidad. 

El Consejo de Laicos de Madrid ha emitido recientemente un comunicado en el que insta a vivir la «auténtica» Navidad y en especial, a los políticos y quienes tiene responsabilidades públicas a «actuar en coherencia con la tradición cristiana de España y de toda Europa, para no convertir estas celebraciones en escandalosos actos de consumo y en una fría manifestación de deseos impersonales, abandonando con ello nuestras más nobles tradiciones».

Más allá de recomendaciones que reivindican austeridad y tradición, otras organizacioens se han puesto manos a la obra para contrarrestar el laicismo consumista imperante en estas fechas. Así, desde hace años, la asociación HazteOir ha puesto en marcha la difusión de unas «balconeras» para colgar de las viviendas de cara a la calle, en las que, hasta este año, se veían unas imágenes clasicas del Niño Jesús y de la Sagrada Familia. Este año 2009, desde HO se anuncia un nuevo diseño.


com oes natural, no sólo en España hay iniciativas para recuperar el verdadero sentido de la Navidad. En los Estados Unidos de Norteamérica, la Asociación Americana de Familias (AFA, por sussiglas en inglés) ha reiniciado su campaña de boicot a los comercios que renuncian o «censuran» el sentido cristiano de la Navidad. «No son sólo vacaciones de invierno. Para millones de americanos el dar y recibir regalos es en honor de Quien se dió a sí mismo», ha señalado Tim Wildmon, presidente de la AFA, organización que aglutina a más de dos millones de ciudadanos americanos.

La AFA, cada año, realiza un escalafón de empresas «amigas» y «enemigas» de una Navidad verdaderamente cristiana. Esta lista, publicada en su web, distingue entre aquellas compañías que realmente reflejan en estas fechas el espíritu cristiano de la Navidad, las que lo «marginan» y aquellas que, salvo pequeñas excepciones no hacen alusión al verdadero motivo de estas fechas. 

Además de esta clasificación, la AFA propone un «boicot» a algunas empresas especialmente significadas. Así, este año la tienda de ropa GAP ha sido la elegida, debido a su anuncio «navideño» de esta año, en el que se hace mención a la Navidad pero, a juicio de la AFA es «ofensivo» ya que la identifica como una noche -y, por extensión, una temporada- en la que la regla es «hacer lo que te venga en gana».

Este tipo de campañas ha tenido gran éxito en los últimos años, cuyos protagonistas fueron otras marcas como «Lowe´s», «Wal-Mart», «Sears» y «Home Depot». hace tres años, ninguna de ellas hacía mención a la Navidad en sus campañas. Es más, en «Wal-Mart», se llegó a prohibir a los empleados decir «Feliz Navidad», sustituyéndolo por un frío «Felices Fiestas». Ahora, las cuatro han contactado con la AFA de forma previa para mostrarles sus campañas promocionales, que están «llenas de Navidad», aseguran.

En 2006, el Servicio Postal Real del Reino Unido fue duramente criticado cuando presentó los seis sellos especiales para estas fechas. ninguno de ellos reflejaba ni un sólo motivo navideño, como sí se había hecho en ocasiones anteriores. Incluso desde la Iglesia de Inglaterra y algunos parlamentarios británicos se criticó con fuerza la medida.