La XI reunión de la Comisión Conjunta Internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa, celebrada en Paphos (Chipre) del 16 al 23 de octubre sobre el tema «El papel del obispo de Roma en la comunión de la Iglesia en el primer milenio», ha permitido realizar «pequeños pasos adelante en la dirección correcta».
 
Así lo afirmó el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y co-presidente de la Comisión, en declaraciones a Radio Vaticano, subrayando que «los pasos son pequeños y lentos» precisamente porque el argumento de la discusión es grave; «una cuestión muy compleja, un tema que tiene un peso emotivo desde hace mucho siglos», informa Zenit.
 
«Lo que es importante, sin embargo, es que – a pesar de manifestaciones contrarias que ha habido por parte de algunos exponentes, sobre todo de la Iglesia de Grecia – todos los representantes ortodoxos han decidido que continúe el diálogo», observó.
 
«Las relaciones entre los miembros católicos y ortodoxos de la Comisión han sido muy buenos, amistosos y serenos», añadió, anunciando con satisfacción que este organismo volverá a encontrarse el próximo año en Viena para proseguir el diálogo.
 
Por su parte, el metropolita de Pérgamo Ioannis Zizioulas, co-presidente de la Comisión por la parte ortodoxa, declaró que «la cuestión del primado es un problema eclesiológico», y dado que la eclesiología forma parte de la dogmática, es «una cuestión de fe».
 
«En nuestras experiencias de diálogo teológico, con los precalcedoneses o los vetero-católicos por ejemplo, nos muestran que un acuerdo sobre otras cuestiones dogmáticas no sirven para nada si no hay una concordancia en los fundamentos de la eclesiología», explicó en una entrevista a la agencia de prensa ateniense y macedonia Apa-Apm, citada por L´Osservatore Romano.
En las relaciones entre católicos y ortodoxos, la cuestión del primado «ha tenido el más trágico de los papeles» y «ha creado los mayores problemas (cruzadas, uniatismo)», admitió, afirmando que «la conciliaridad es una condición preliminar del primado».
 
Frente a las acusaciones lanzadas desde algunos ambientes ortodoxos de «cesión» hacia la Iglesia católica por el simple hecho de llevar adelante un diálogo constructivo, el metropolita observó que es «injusto y erróneo» cebarse contra el Patriarcado ecuménico, ya que el diálogo «se lleva a cabo con la decisión unánime de todas las Iglesias ortodoxas».
 
El diálogo teológico entre la Iglesia ortodoxa y la católica, recordó, es el más importante entre todos los emprendidos oficialmente por la Iglesia ortodoxa con los heterodoxos, «pero al mismo tiempo, por ciertas situaciones, el más tormentoso».
 
Ioannis Zizioulas exhortó por tanto a «trabajar sin cesar en la dirección de la fe que se nos ha transmitido para realizar la oración cotidiana por la unión de todos nosotros», observando que «si no lo hacemos o si lo hacemos en detrimento de la fe de nuestros Padres, seremos deudores ante Dios».
 
En el encuentro de Paphos participaron 20 delegados por la parte católica – con algunas ausencias a causa de compromisos en el Sínodo de los Obispos para África o por razones de salud – y 24 delegados en representación de todas las Iglesias ortodoxas excepto el Patriarcado de Bulgaria.
 
La sesión de 2010 en Viena tendrá lugar del 20 al 27 de septiembre y será hospedada por el cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de la ciudad.