(Inmaculada Álvarez/ReL) La Plenaria del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso publicará próximamente un documento en el que se recogerán orientaciones pastorales para ayudar a los católicos a dialogar con otras religiones. Así lo anunció ayer por la mañana el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente de este dicasterio, durante la apertura de las sesiones de la asamblea que actualmente tiene lugar en su sede, y que concluirá el próximo sábado con una audiencia con el Papa Benedicto XVI. La décima Plenaria de este Consejo Pontificio, cuyo tema es "El diálogo en la Verdad y en la Caridad", se centrará por tanto, en la "elaboración de orientaciones para el diálogo interreligioso". Dadas las nuevas relaciones entre la Iglesia católica y las otras grandes religiones mundiales, en primer lugar con el Islam, "tras muchos años de vacilaciones sobre su oportunidad", dijo el purpurado, "ha llegado el momento de ofrecer un documento orientativo a pastores y fieles". Para establecer unas líneas guía para este diálogo, señaló el cardenal Tauran "es oportuno inspirarse en los Diez Mandamientos, gramática universal que todos los creyentes pueden utilizar en su relación con Dios y con el prójimo". Es urgente y necesario, afirmó, preparar a los fieles "a comprender que todos los creyentes tienen un patrimonio común: la fe en un único Dios, la sacralidad de la vida, la necesidad de la fraternidad, y la experiencia de la oración, que es el lenguaje de la religión". "Reflexionaremos -explicó el Presidente- sobre los numerosos retos relativos a la verdad sobre el hombre, sobre el mundo y sobre Dios. A propósito del diálogo interreligioso, pondremos particular énfasis en la verdad sobre Dios, nuestro creador, al que todas las cosas deben ser referidas, y que es el único que da significado definitivo a nuestra vida y a la historia humana". "Perfectio intellectus est verum", escribió santo Tomás de Aquino en Contra gentes (3, 51). Y nosotros, en cuanto creyentes, debemos empeñarnos en buscar la verdad, en amarla, en defenderla y en transmitirla", comentó Tauran. "Jesús ha revelado la verdad sobre Dios y sobre el hombre y por eso es para nosotros la buena noticia: No podemos meterla bajo el celemín. Nuestra vida cristiana debe iluminar toda la casa", añadió. Pero la verdad es inseparable del amor, precisó el cardenal Tauran: "Dios es amor y verdad. La verdad inspira sentimientos, actitudes y actos de amor.". Por esto es importante que el servicio pastoral a los católicos "les prepare a compartir sus convicciones espirituales y a tener en cuenta las de los demás", concluyó.