Küng, «antiguo colega y amigo» del Papa – subraya Vian –, que hace tiempo había criticado la decisión de Benedicto XVI de remitir la excomunión a cuatro obispos lefebvrianos, ha vuelto a hacer hablar sobre él.
 
El mismo Papa en el 2005, sólo cinco meses tras su elección – recuerda Vian –, «quiso encontrar en amistad» a Küng, a pesar de que en 1979, en los inicios del pontificado de Juan Pablo II, hubiese sido sancionado por algunas de sus posturas por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
 
Desde entonces muchas veces Küng, «infaliblemente recogido por influyentes medios de comunicación, ha vuelto a criticar, con aspereza y sin fundamento, a Benedicto XVI», informa Zenit.
 
Como hace ahora, «a propósito del anuncio, verdaderamente histórico, por parte de la Santa Sede de la próxima constitución de estructura canónicas que permitirán la entrada en la comunión con la Iglesia católica a muchos anglicanos».
 
Un gesto «dirigido a reconstruir la unidad» - afirma el director del diario vaticano – pero que «viene distorsionado y representado enfáticamente como si se tratase de una astuta operación de poder que hay que leer en clave política, naturalmente de extrema derecha».
 
Vian califica las declaraciones de Küng como «una representación tan sombría como infundada de la Iglesia católica y de Benedicto XVI», expresando su «amargura» frente a este «enésimo ataque gratuito contra la Iglesia de Roma y a su indiscutible compromiso ecuménico».