En un comunicado conjunto, los católicos y ortodoxos han expresado su «tristeza» al enterarse de «la decisión del sínodo de la Iglesia de Suecia», que es la mayor organización religiosa del país. «En nuestras iglesias y comunidades, no vamos a unir a las parejas homosexuales ya que está en total contradicción con la tradición de la Iglesia y de nuestra visión de la creación», señala la declaración. Asimismo, afirma que la decisión «supone un distanciamiento no sólo de la tradición cristiana, sino también desde el punto de vista de la naturaleza del matrimonio, que es característica de todas las religiones».
En la nota, destacan que aunque el diálogo con los luteranos puede continuar «esta decisión de la Iglesia de Suecia se ensancha la brecha». Las opiniones de los representantes católicos y ortodoxos fueron secundadas por los luteranos más conservadores, como el obispo Hans Stiglund, un prelado del norte. «Desde mi posición, elmatrimonio está definido como la relación entre un homobre y una mujer, sin espacio para relaciones entre personas del mismo sexo», aseguró.
Tres de cada cuatro suecos son miembros de la Iglesia Luterana. La decision de permitir «matrimonios» homosexuales fue tomada por representantes afiliados a los diversos partidos nacionales, que son elegidos para una asamblea nacional. Fue aprobada por 176 a 62 votos, con 11 abstenciones.
Aunque desde la Iglesia se ha estado «bendiciendo» la union entre homosexuales desde hace años, la nueva decision pretende calificar a esas uniones como «matrimonio». Los presbíteros que en conciencia discrepen de esta decision no será obligados a celebrar estas ceremonias.
Andrew Brown, del diario izquierdista Guardian, ha expresado sus reserves acerca de la decisión, haciendo ver que la Iglesia Sueca ha ido más allá incluso de los límites «ultraliberales »de la Iglesia Anglicana. «Fuera de la Iglesia Sueca, esta decision está destinada a crear más tensión en el campo ecuménico», escribió Brown en un reciente artículo. «La Iglesia Luterana Sueca comparte en teoría su sacerdocio con la Iglesia de Inglaterra, por ejemplo. Pero no hay sacerdote anglicano al que se le permita casar a un a pareja gay y muy pocos estarían dispuestos a hacerlo. Ni siquiera están autorizados a realizar ritos de bendición de dichas uniones».
El líder de la Iglesia Luterana Sueca, el arzobispo Anders Wejryd, apoyó la decisión, auqneu no se muestre al cien por cien seguro: «Por mi parte, se ha tomado la decisión adecuada, pero puedo comprender a todos los que creen que se ha ido demasido deprisa».