El pasado viernes 13 de mayo, el Superior General del Sodalicio de Vida Cristiana, Alessandro Moroni, hizo públicas las últimas instrucciones vaticanas encaminadas a reconducir la situación de esta comunidad, en tela de juicio por las acusaciones de abusos contra su fundador Luis Fernando Figari.
El Sodalicio contará con un consejero externo que acompañará sus órganos de gobierno: se trata del arzobispo de Indianápolis (EEUU), Joseph Tobin, que tendrá el status de "delegado ad nutum" designado por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, a la cual informará cada seis meses de la situación del movimiento católico, originado en Perú y con presencia en EEUU y otros países americanos.
La función de Tobin es "aconsejar y sostener ya sea al Superior General ya sea al entero Gobierno General en el cumplimiento de las correspondientes competencias ordinarias y extraordinarias".
El Delegado "tendrá que guiar al Gobierno General en la valoración de las decisiones a adoptar acerca de las acusaciones formuladas al fundador del Sodalicio de Vida Cristiana" y sobre la procedencia y administración de los bienes de dicha sociedad de vida apostólica.
Según el decreto, el Delegado podrá valerse de un colaborador a quien podrá delegar sus competencias, y tiene la facultad de participar "en todas las sesiones del Gobierno General que considere oportuno estar presente" y podrá intervenir "con las sugerencias que estime más adecuadas, sin derecho de voto".
"El Delegado tendrá que ser siempre informado previamente por el Superior General del orden del día y, a conclusión, de todas las decisiones adoptadas".
Tobin es miembro de la Sociedad de Canonistas de Estados Unidos y habla inglés, español, italiano, francés y portugués.
El decreto tiene fecha 29 de abril de 2016 y está firmado por el Cardenal João Braz de Aviz, prefecto de la Congregación y el arzobispo José Rodríguez Carballo, secretario del dicasterio vaticano.
Canonista, sabe español y tiene experiencia
Aunque el anuncio se realizó el día 13, el arzobispo de Indianápolis ya recibió el encargo el pasado 4 de mayo.
Tres elementos hace a Tobin adecuado para esta función: sabe español (a finales de los años 70 y la primera mitad de los 80 atendió a los hispanos de Detroit), es un canonista experto y ya ha estudiado casos de abusos en instituciones antes, puesto que se le encargó actuar en 2009 como visitador apostólico respecto a la situación de los abusos en Irlanda en las congregaciones masculinas.
En agosto del 2010, el papa Benedicto XVI lo nombró Arzobispo Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, puesto desde el cual tiene la función de velar por todas las congregaciones de la Iglesia Católica. Finalmente, en octubre del 2012, el mismo Benedicto XVI lo designó Arzobispo de Indianápolis.