(Luis F. Perez/ReL) La anulación del matrimonio entre una pareja de jóvenes musulmanes por parte de una corte judicial en Lille, ha causado indignación en Francia y ha llevado al partido del presidente Sarkozy (UMP) a pedir un cambio en la ley. La decisión del tribunal, que no ha salido a la luz hasta la semana pasada, ha sido condenada por el gobierno, los medios de comunicación, y las organizaciones de derechos humanos. Patrick Devedjian, secretario general del UMP, afirmó que es intolerable que la ley permita que se pueda repudiar a la esposa por motivos religiosos, y añadió que la misma debe ser modificada "para poner fin a esta situación extremadamente preocupante" El caso, que había pasado desapercibido para los medios de comunicación, implica a un ingeniero de unos treinta años de edad que se casó en el año 2006 con una estudiante de enfermería que rondaba la veintena. En la misma noche de bodas, celebrada en la casa familiar en Roubaix, el recién casado salió del dormitorio quejándose de que la novia no era virgen, para lo cual alegaba que la sábana no estaba manchada de sangre, lo cual sería la prueba de la "pureza" de la mujer. El musulmán fue al juzgado a la mañana siguiente pidiendo la declaración de la nulidad de su boda basándose en el hecho de que su novia le había engañado en uno de los "elementos esenciales" del matrimonio. Repudiada por ambas familias, ella reconoció que había dejado que su pareja creyera que era virgen cuando en realidad había mantenido relaciones sexuales con anterioridad. La mujer no se opuso a la nulidad. La indignación ante lo ocurrido no para de crecer en la nación gala. Valérie Létard, Ministra para los Derechos de la Mujer, declaró que estaba "en estado de shock por constatar que en la Francia de hoy, la ley civil se puede utilizar para vejar a una mujer de esa manera". Otras voces críticas afirman que la nulidad de ese matrimonio provocará que muchas jóvenes musulmanes acudan a hospitales y clínicas de privadas para que se les reconstruya el himen antes de casarse. La operación dura treinta minutos y ya hay agencias que la ofrecen a aquellas musulmanas que teman no poder pasar la "prueba de la sangre" durante la noche de bodas Xavier Labbée, abogado del varón que pidió la nulidad, aseguró que la misma estaba justificada no tanto por el historial sexual previo de la novia sino porque la misma había mentido. "La religión no motivó la decisión, aunque es cierto que las convicciones religiosas jugaron un papel en el caso", afirmó el abogado francés. A pesar de las 2000 peticiones de nulidad que se piden cada año en Francia, los expertos no recuerdan de que haya una sola en la que se alegara la no virginidad de la novia como causa.