El vaticanista de L´espresso, Sandro Magister, ha destacado en su último artículo la figura literaria y apologética de Juan Manuel de Prada, un converso que pasó «de escritor afamado a tenaz apologeta de la Iglesia y del Papa, incluso en "L´Osservatore Romano"». Para Magister, la historia de conversión de De Prada «es una de las tantas historias de conversión de la incredulidad a la fe cristiana, en Europa. Contra la "tiranía" progresista».

La reflexión de Magister parte de la publicación en Italia de una recopilación de entrevistas a conversos a la fe católica bajo el título «Nuevos cristianos de Europa. Diez historias de conversión entre fe y razón», algunos de gran notoriedad como el francés Jean-Claude Guillebaud y la noruega Janne Haaland Matlary, ex viceministra de Exteriores de su país y autora de libros traducidos a varios idiomas, uno de los cuales lleva el prefacio del entonces cardenal Joseph Ratzinger.

Para el vaticanista, el diario pontificio «L´Osservatore Romano», también cuenta entre sus firmas «sobresalientes» a un «célebre converso», que no es otro que el escritor español Juan Manuel de Prada.

Magister cuenta cómo De Prada ha recogido en su último libro «La nueva tiranía. El sentido común frente al Mátrix progre», de la editorial Libros Libres, los artículos «de batalla» que ha escrito en defensa del catolicismo en diarios españoles y en «L´Osservatore Romano», del que es colaborador desde el año 2007. «En sólo cinco meses el libro ha llegado a la quinta edición en España», destaca Magister, que esboza la aparición mediática del escritor muy presente desde comienzos de temporada en la COPE, así como en debates televisivos como el afamado «El gato al agua» de Intereconomía TV.


El vaticanista refleja en su artículo cómo en el prefacio del libro, De Prada narra «cómo y cuándo en él "cambió el curso de la vida"». «Era la primavera del 2005, eran los días de la muerte de Juan Pablo II. De Prada se encontraba en Roma y "repentinamente" quiso adherirse definitivamente a esa "vieja libertad" que es el tesoro religioso y cultural de la Iglesia católica: una libertad que es el "antídoto contra todas las tiranías del mundo"», recuerda.