Al iniciarse en España la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal, su presidente el cardenal Ricardo Blázquez ha asegurado en su discurso inaugural su oración por los más de 270 fallecidos en el terremoto de Ecuador y ha anunciado que la Iglesia desde España enviará ayuda a las regiones devastadas por el seísmo, con las que España mantiene gran vinculación histórica y por la presencia allí de numerosos misioneros españoles.
"Recuerdo a los que han muerto en el terremoto devastador de Ecuador, pedimos al Señor el eterno descanso para cientos de personas, suplicamos la pronta recuperación de los miles de heridos", ha indicado este lunes 18 de abril antes de comenzar su discurso inaugural. También ha mostrado su cercanía a los familiares de los fallecidos y a todas las personas afectadas, "tan duramente golpeadas por esta catástrofe", muchas de las cuales han quedado "literalmente en la calle". "Nuestra cercanía cordial y pedimos al señor su consuelo", ha añadido.
En Manabí, ha recordado el cardenal, hay misioneros españoles desde 1948 y el primer obispo de Babahoyo de los Ríos, que ha cumplido cien años, es un misionero vasco. "Tenemos una vinculación particular con ellos", ha asegurado.
Cáritas Española (www.caritas.es) ha anunciado un primer envío inmediato de 100.000 euros a Cáritas Ecuador (www.caritasecuador.org) para ayudar en esta primera fase de la emergencia.
[Para apoyar con donativos desde España, aquí]
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Lo planeado este domingo 17 de abril en las parroquias de la arquidiócesis de Portoviejo, en Ecuador, era una colecta para ayudar a las víctimas de las recientes inundaciones en la zona de los ríos Portoviejo y Riochico. El arzobispo Volyolini había realizado allí un llamamiento a la generosidad, publicado en las redes sociales diocesanas.
"Hermanos: no podemos quedar insensibles e indiferentes frente a los sufrimientos de muchos hermanos que han quedado damnificados, a causa de las inundaciones. Ruego promover la caridad y la solidaridad en todas las parroquias. El próximo domingo, 17 de abril, en cada parroquia promuévase una segunda colecta, posiblemente después de la comunión de cada misa, motivando a los fieles a ser generosos con los hermanos manabitas que están en la necesidad a causa de la fuerte temporada invernal. Promover la recolección de efectos y enseres de primera necesidad: bidones de agua, escobas, baldes, toallas, botas, camas, colchones, mantas y colchas, repelentes para los moscos, cloro, enlatados y alimentos no perecibles. Todo lo que se recoja: limosnas, enseres y alimentos, los podrán dejar a Cáritas en la Curia diocesana o directamente en las parroquias afectadas, lo antes posible", escribía el texto del arzobispo Lorenzo Voltolini.
Ahora todo eso se ha de poder aplicar, aumentado, al efecto del terremoto que el sábado causó en la zona, en toda la región de Manabí, 270 muertos y más de 2.5000 heridos, con un temblor de 7,8 puntos en la escala de Richter. Al daño de las inundaciones se suma el del temblor, y las carreteras y vías de comunicación destruidas que dificultan el acceso a los equipos de rescate.
Las zonas más afectadas se concentran en las provincias costeras de Esmeraldas (600.000 habitantes) y Manabí (1,5 millones de habitantes), especialmente en las ciudades de Manta (226.000 habitantes), Portoviejo (280.000 habitantes), Pedernales (55.000 habitantes) y Cojimíes. El gobierno ha decretado estado de emergencia en las provincias de Esmeraldas, Manabí, Guayas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos y Santa Elena, así como el estado de excepción en todo el territorio nacional. Pedernales se declara zona de desastre.
"Temo que esa cifra [de fallecidos] aumentará y de forma considerable", ha asegurado a última hora del domingo el presidente, Rafael Correa, quien admitió que aún hay muchos cuerpos bajos los escombros. Ecuador se encuentra en estado de excepción. El seísmo sorprendió al presidente del país, Rafael Correa, en el Vaticano, participando en una conferencia por el 25 aniversario de la encícilica de Juan Pablo II ´Centesimus Annus´. El Papa Francisco recordó a las víctimas en el rezo del Regina Caeli del domingo.
Ha sido el peor terremoto de Ecuador en los últimos 30 años: el epicentro se produjo en el océano Pacífico a una profundidad de 20 kilómetros, a 28 de la costa ecuatoriana y a 173 de la capital, Quito. Casi 200 réplicas, algunas de una intensidad de hasta 6,1 grados, se produjeron.
Los obispos de Ecuador emitieron un comunidado para animar a ayudar a los damnificados, especialmente de Manabí y Esmeraldas, con el fin de socorrerles en sus necesidades más urgentes.
"Queremos hacer llegar al pueblo ecuatoriano una palabra de confianza en el Señor, dueño de la naturaleza, para que en su infinita misericordia se compadezca de cuantos hemos sido afectados por este sismo".
"En este sentido, nuestro pensamiento va de modo especial por nuestros hermanos de las provincias de Manabi y Esmeraldas, que hasta ahora parecen ser los más afectados, e invitamos a todos a unirse a una colecta nacional en favor de los damnificados con el fin de socorrerles en sus necesidades más inmediatas", apunta el comunicado, que añade un número de cuenta corriente para donativos en Ecuador:
Banco del Pichincha: N. 3085358804 a nombre de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, RUC 1790100219001
El presidente Rafael Correa proclamó: "El espíritu ecuatoriano sabrá salir adelante, sabrá superar estos momentos extremadamente difíciles". También señaló que 10.000 miembros de las Fuerzas Armadas y 4.005 policías están desplegados por las zonas más afectadas y los hospitales están funcionando correctamente para dar asistencia a los heridos.
El mandatario, que envió un mensaje de "infinito amor" y un "abrazo solidario" a quienes han perdido a seres queridos, expresó su gratitud a los bomberos, soldados, policías y funcionarios que se han movilizado ante la catástrofe.
También agradeció los mensajes de solidaridad de Gobiernos de la "Patria Grande" latinoamericana y dijo que, además de la llamada del presidente del Gobierno en funciones de España, Mariano Rajoy; la presidenta de Brasil, Dilma Roussef; el de Argentina, Mauricio Macri; y el colombiano Juan Manuel Santos le han expresado su respaldo ante la situación que vive su país.