«El matrimonio es el lugar donde menos violencia en la pareja se produce, lo que lo convierte en el mejor antídoto contra la violencia», según ha señalado Mariano Martínez-Aedo, vicepresidente y portavoz del Instituto de Política Familiar (IPF).
 
«Hay un problema evidente de violencia en las parejas que aún no solo no se ha resuelto sino que se está agravando», continúa Martínez-Aedo, que se evidencia en que el número de homicidios crece en las parejas año tras año (51 homicidios en 2001 y 81 en  2008). En el mismo espacio de tiempo, se han producido más de 536 casos de muerte por violencia en la pareja, esto es, una media de 67 muertes al año.
 
Sin embargo, en este contexto, para el vicepresidente del IPF, el hecho de que el número de homicidios descienda en las parejas con vínculo conyugal y que la incidencia de la violencia de la pareja en el matrimonio comparada con otras formas de parejas es mucho menor (se produce 1 homicidio cada 311.000 matrimonios y sin embargo se produce 1 homicidio cada 25.500 de las llamadas «relaciones sentimentales»), «nos hace afirmar sin ningún lugar a dudas que el matrimonio es el mejor antídoto contra la violencia ya que es el lugar donde menos violencia se produce».
 
Par el IPF, estos datos confirman «la importancia del matrimonio y vigencia del matrimonio así como las funciones sociales que cumple, convirtiéndose en el mejor antídoto contra la violencia» por lo que desde el IPF insisten en pedir a las Administraciones Públicas una política de «promoción y ayuda efectiva »para que pueda seguir cumpliendo estas funciones vitales para la sociedad.