Paulos, líder de la iglesia más antigua de África y que fue invitado a participar en el Sínodo por Benedicto XVI, manifestó que África es un continente rico que en el pasado fue explotado y colonizado por naciones «que todavía hoy la miran con ojos ávidos» y que se acuerdan de ella «sólo cuando necesitan sus recursos».
 
El pastor ortodoxo agregó que las naciones colonizadoras no han apoyado para nada al continente negro en su lucha por el desarrollo, a pesar de que mucha de la civilización de otras partes del mundo es el resultado del trabajo y de los recursos de África.
«Pero África esta atada por fuertes deudas mundiales que las generaciones actuales y futuras no pueden soportar», subrayó Paulos.
 
«La calidad de vida de los pueblos africanos, dijo asimismo, disminuye cada vez más, la falta de instrucción impide que los jóvenes puedan acceder a unas mejores oportunidades y que el continente alcance el desarrollo y la prosperidad».
El patriarca ortodoxo etíope denunció que el sida está haciendo estragos en el continente, que en muchos países necesidades básicas como el alimento, el agua potable y un techo bajo el que cobijarse no están cubiertas y que muchos africanos son vulnerables debido a la falta de esos servicios básicos.
También denunció las guerras civiles y la utilización de niños-soldados, así como las incesantes migraciones.

Sobre los niños-soldados dijo que se trata de una «clara violación» y exhortó a la Iglesia católica a unir esfuerzos para oponerse a ello, así como para trabajar por la paz, la defensa de los recursos naturales y la defensa de la infancia.
Paulos recordó durante su intervención las persecuciones que ha sufrido su Iglesia durante la colonización italiana y durante el régimen comunista, y que él mismo estuvo encarcelado.
Hizo un recorrido por la historia y recordó que la Reina de Saba llevó el Antiguo Testamento a África y que su hijo Menelik I trasladó el Arca de la Alianza a Axum, en Etiopía, donde aseguró «aún se encuentra hoy». También recordó que trozos de la cruz de Cristo se encuentran en su país.
 
Benedicto XVI, que asistió a la sesión del Sínodo y a la intervención de Paulas, dijo que coincidía con el líder ortodoxo en que la proclamación del Evangelio no puede separarse del compromiso de construir una sociedad «según la voluntad de Dios, que respete la naturaleza, la familia y a todos los hombres».
El Papa abogó por el desarrollo integral de todos los pueblos africanos, el fortalecimiento de las familias, que son -dijo- «el baluarte de la sociedad», así como por la educación de los jóvenes, «que son el futuro de África» y por la construcción de una sociedad marcada «por la honradez, la integridad y la solidaridad».