La única televisión católica de Barcelona ha sido clausurada por el Departament de Cultura que dirige el conseller Joan Manuel Tresserras. El canal que emitía la programación propia en catalán desde el año 2004 ha visto como la Generalitat la ha clausurado después de innumerables dificultades.
Después de seis años de emisiones y numerosas tensiones con la Administración catalana el pasado 14 de septiembre las autoridades procedieron a precintar los equipos y a desconectar la señal. En un comunicado la televisión denuncia diferentes irregularidades en el cierre del canal como por ejemplo el procedimiento del cese de la señal por parte de Abertis Telecom, empresa que prestaba el soporte de emisión en la torre de telecomunicaciones de Collserola, que no exigió el permiso del juez para proceder a la extinción de la señal –permiso que no tenían-.
La dirección de Sant Josep TV afirma en el texto que el canal «ha sido víctima de la dejadez de la administración al no desarrollar las previsiones reglamentarias para poder conceder canales de televisión comunitaria, de servicio, sin ánimo de lucro».
Al parecer, con su actuación la Generalitat no ha tenido en cuenta el Artículo 71 de la Ley del Audiovisual de Cataluña 22/2005 que «expresa que las televisiones sin ánimo de lucro van a tener su lugar en Cataluña» y «han precintado los equipos con la intención de no dejar que continuemos».
En este sentido, la emisora funciona desde su inicio con el único esfuerzo de sus voluntarios y las donaciones de los fieles, que han hecho posible que Sant Josep TV llenara «un vacío que demandaba la sociedad» y «un espacio que ningún otro medio ofrece», según fuentes de la televisión.
La orden de clausura había sido emitida dos años atrás, pero el director de Sant Josep TV, el padre Mariano de San Félix, decidió mantener el proyecto a pesar de la amenaza de multa para no privar a la sociedad catalana del canal. Según el propio sacerdote para muchas personas «nuestra comunicación televisiva es el paliativo a la dura experiencia de la soledad y la satisfacción de sus necesidades espirituales».
Uno de los reveses que implica el cierre de la emisión es que la parrilla de Sant Josep TV estaba compuesta además de por la producción propia, por el informativo nocturno de Popular TV y los programas de Eternal Word Television Network (EWTN), el canal de la madre Angélica. Por ello los barceloneses no podrán beneficiarse en abierto de la programación de este canal internacional.
Sant Josep TV a lo largo de sus seis años de emisiones ha producido programas propios, documentales, informativos locales, entrevistas y programas juveniles, y ha cubierto congresos, conferencias, manifestaciones y eventos católicos de la sociedad catalana.
La multa cuya cifra se eleva a 60.000 euros, finalmente se ha hecho efectiva junto con el cierre de la emisora. Una multa que a pesar del apoyo de los fieles se hace difícil de satisfacer para mejorar las perspectivas de continuidad de la emisión. En declaraciones a Forum Libertas el padre Mariano de San Félix ha expresado su deseo de que la televisión pueda «volver a emitir» y «realizar su labor evangelizadora».
El comunicado constata como el cierre de la televisión católica contrasta con las «televisiones de promiscuidad sexual, adivinos astrales y una señal de contenidos evangelistas» que siguen en el aire. Cabe destacar que la frecuencia en la que emitía la emisora no interfiere con ningún otro canal.
Según la dirección de Sant Josep TV el conseller Joan Manuel Tresserras no ha respondido a las «numerosas» peticiones de mantener una entrevista con él y le acusan de no considerar «las necesidades espirituales de las personas».
El Gabinete de Prensa de la Conselleria de Cultura no se ha querido manifestar directamente sobre la actuación aduciendo que «probablemente se trataba de una televisión sin licencia» y, por ello, se ha procedido a implementar los «trámites legales» y a «precintar la actividad».
La dirección de la emisora ha afirmado que «han precintado los equipos con la intención de no dejar que continuemos» y han constatado que «esto no lo hicieron con las cadenas comerciales que estaban todas en la misma situación de alegalidad, dándoles concesión de licencias para la TDT».