En una entrevista previa a su primera intervención ante la Asamblea de la ONU, Alí Abdussalam Treki declaró no estar «de ninguna forma a favor» de la Declaración Sobre Derechos Humanos, Orientación Sexual e Identidad de Género, también llamada Declaración de la despenalización de la homosexualidad. La declaración fue avalada por sólo por 66 de los 192 países representados ante la organización; había sido presentada por Francia y propuesta a la Asamblea General por el embajador argentino, Jorge Argüello, el pasado diciembre.
En una entrevista de prensa, interrogado sobre si impulsaría una nueva negociación, ya que en diciembre de 2008 la Declaración no obtuvo mayoría, Ali Abdussalam Treki declaró: «Es un tema muy espinoso. Como musulmán, no estoy de acuerdo con él. Creo que es inaceptable para la mayor parte del mundo, y es totalmente inaceptable para nuestra tradición y nuestra la religión (…) existen algunos países que la permiten (la homosexualidad), pensando que es algún tipo de democracia. Yo creo que no lo es».
En este aspecto, Treki es un ejemplo de la coherencia que tanto se extraña en muchos que se llaman católicos, incluidos algunos miembros del clero que no se animan a exponer claramente y en público los principios de la ley natural y la doctrina católica.
La Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero e Intersex (ILGA), reaccionó inmediatamente, diciendo que como la Declaración hace un llamado a la despenalización universal de la homosexualidad, «no se puede sino concluir que el nuevo Presidente de la Asamblea de la ONU está a favor de criminalizar a lesbianas, gays, bisexuales y personas trans e intersex», incluso -agrega EveryOne Group-, Abdussalam Treki estaría a favor de la pena de muerte para los homosexuales.
La falsedad de la propaganda de la internacional rosa quedó en evidencia en el 2008. Según ellos, la Declaración trataba de abolir la pena de muerte para gays y lesbianas. Sin embargo, ya existía una resolución de suspensión de la pena de muerte en general, cualquiera fuera la causa, aprobada en el 2007 por la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU.
El accionar del lobby gay es tan mentiroso como perverso. Comienzan pidiendo la abolición de la pena de muerte para terminar reclamando libertad de acción para los homosexuales, el reconocimiento del «matrimonio gay», la adopción de niños, la despenalización de la perversión de menores, o el cupo gay entre los profesores y alumnos de colegios y universidades.
Simplificando, los homosexuales parecen decir: «Quien no apoya y promueve nuestro estilo de vida y todas nuestras pretensiones, está a favor de que se nos condene a muerte».
Simplificando, los homosexuales parecen decir: «Quien no apoya y promueve nuestro estilo de vida y todas nuestras pretensiones, está a favor de que se nos condene a muerte».
EveryOne Group apela a todas las organizaciones LGBT para presionar a la Comisión Europea, al Parlamento Europeo, y a todos los países firmantes de la Declaración, especialmente a Francia y Holanda, para que exijan el relevo del diplomático libio de la presidencia de la Asamblea General de la ONU.
El 18 de marzo pasado, la agencia AFP anunció el apoyo del gobierno de Barack Obama a la Declaración Sobre Derechos Humanos, Orientación Sexual e Identidad de Género, la cual había sido rechazada por la administración de George W. Bush.