Las dificultades internas que sufre Radio María en España están siendo seguidas de cerca por el Vaticano. De hecho, el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales que preside el arzobispo Claudio María Celli, lleva tiempo interesado en el caso, que podría llevar a la práctica desaparición de Radio María en España. En concreto, desde el Pontificio Consejo se trasladó a España la oposición a que el padre Esteban Munilla fuera retirado de la dirección de la emisora en España.
A esto se suma, como adelantaba ayer ReL, que la Familia Mundial de Radio María, también ve con preocupación la ruptura, por parte del presidente de la emisora española, Olegario Díez, de la relación de confianza mantenida hasta el momento con el ordinario de la diócesis en la que está establecida su principal emisora, que no es otro que el cardenal Rouco Varela.
Una crisis de confianza
Porque la grave crisis interna que se vive en Radio María nace de la ruptura del pacto de buena fe con el que comenzó este proyecto. Si bien Radio María España es una entidad privada, sus miembros habían aceptado de buen grado un sistema de consulta similar al que se sigue en los nombramientos episcopales. En esa entente cordiale Olegario Díez proponía los nombres de los posibles directores y la autoridad diocesana daba el placet. Así ha ocurrido hasta ahora. La mayor dificultad estriba en que este pacto verbal nunca quedó por escrito y, por tanto, jurídicamente, la propiedad de la emisora y la toma de decisiones corresponde a Olegario Díez.
En resumidas cuentas, tanto el Vaticano, como la Familia Mundial de Radio María, como el Arzobispado de Madrid, no están viendo con buenos ojos las últimas decisiones del presidente de la emisora. Eso sí, desde estas instancias se están realizando todos los esfuerzos posibles para reconducir la situación, dado el buen servicio que consideran que Radio María ha dado a sus oyentes desde que llegara a España hace diez años.
El grave problema de las licencias
Según las fuentes consultadas, los planes de Olegario Díez para la emisora pasan por deshacerse de la mayor parte de ellas, preservando la licencia adquirida en Madrid, dada la situación de alegalidad de muchas de ellas. Esta circunstancia jurídica, provocaba la continua recepción de sanciones por parte de las administraciones competentes que, una vez recurridas en todas las instacias posibles, eran abonadas. Esta tesitura onerosa se solventa gracias a los donativos de los oyentes y benefectores, ya que la emisora no admite la inserción de cuñas publicitarias en su programación. Estas aportaciones son cuantiosísimas según las fuentes consultadas. Y la preocupación de los oyentes de la radio es importante, por conocer a dónde irían a parar ahora esos donativos, si es que no se van a seguir manteniendo las emisoras.
Silencio en Radio María
Religión en Libertad ha tratado de recabar más datos sobre este asunto del propio presidente de la emisora, Olegario Díez. Al llamar a las oficinas, la persona que atendió el teléfono, tras explicarle quiénes éramos y de qué queríamos hablar con Díez, sólo nos respondió: «Lo único que podemos decir es que en Radio María sólo hay un problema administrativo».