Monseñor Keith Michael Patrick O´Brien, arzobispo católico de Saint Andrews y Edimburgo, ha llamado a los fieles británicos a oponerse con fuera a los diversos intentos de legalizar la eutanasia en la isla. Citando el proyecto de ley del Parlamento escocés en 2005 y el proyecto de ley de muerte asistida para enfermos terminales de la Cámara de los Lores del año siguiente, ha segurado que «podemos estar seguros de que vendrán nuevos intentos de legalizar la eutanasia y el suicidio asistido. La amenaza del suicidios asistido legal en Escocia es doblemente preocupante: no solo pondría en peligro a los pacientes escoceses, sino que también fomentará el llamado turismo de la eutanasia, como ya sucede en Suiza».

Monseñor O´Brien, asegura que en Navidad, la ley sobre eutanaia en Escocia estará lista y será entonces cuando «una nueva batalla contra la mentira se abra ante nosotros» y sea necesario «contestar» cada movimiento para legalizar el suicidio asistido y la eutanasia en el Reino Unido.

El prelado sugirió que en esta batalla cultural, «tal vez solo necesitemos un simple grito o una llamada de alarma. Puede ser “Cuidar, no asesinar” o “Vida y no muerte”», pero tampoco descartó tomar como lema este otro: «¡No mates a la abuelita!», al tiempo que haplanteado que este último grito, aunque pueda parecer «simplista es el resultado de la suma de todo lo que está sucediendo en nuestros días con respecto a la destrucción de la vida familiar» y que se concretaríoa en frases como «¡no tengáis hijos!, ¡matad a los que son viejos, inútiles o menos capaces!».

En el contexto de este debate, un grupo eminentes profesionales sanitariosuna tremitió una carta al Daily Telegraph en la que calificaba como «preocupante» que un 16,5% de las muertes de los británicos sucedan tras una sedación terminal. Del mismo modo, la misiva denunciaba que «así como en el mundo financiero, la llamada banca algorítmica ha causado problemas por seguir ciegamente un modelo informático, una aproximación similar a la gestión de la muerte está creando una crisis nacional de la atención sanitaria».