(Efe/ReL) El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha denunciado hoy que se están dado gravísimos pecados de escarnecimiento y el uso sacrílego de las especies eucarísticas, que se vienen reiterando impunemente y con excesiva frecuencia en las iglesias de la ciudad y de la Comunidad de Madrid. Tal y como ha asegurado hoy Rouco Varela en la homilía de la ceremonia religiosa celebrada en la catedral de la Almudena de Madrid, en honor a la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, es necesaria la reparación de estos pecados. El dolor provocado por el hecho tristísimo de las profanaciones de la Eucaristía debería convertirse en una respuesta y en un propósito de toda la Iglesia diocesana, ha explicado. De ahí que se deban revisar y reformar la forma habitual de considerar y tratar la presencia eucarística del Señor, cuidando mucho más el respetuoso silencio y la atención amorosa a El en las iglesias y lugares donde se conserva el Sacramento de su Presencia admirable, ha apuntado el presidente de la Conferencia Episcopal Española. Profesar la fe verdadera en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía significa reconocer la presencia real y substancial de Señor en las especies consagradas por el sacerdote, como así defendía ya el Congreso Eucarístico Internacional de Madrid de 1911. Para Rouco Varela renovar la profesión de fe en esa presencia eucarística de Jesucristo, en comunión con la fe de la Iglesia, es hoy no menos urgente que entonces. En esos primeros años del siglo XX España y el resto del mundo, fascinados por los progresos de las ciencias empíricas modernas, sentían la tentación de declarar la muerte de Dios, despreocupados de sus fatales consecuencias para el futuro del hombre: Tres años más tarde estallaba la Primera Guerra Mundial, ha recordado. En dicha homilía, el cardenal arzobispo de Madrid ha asegurado que esa tentación vuelve a manifestarse un siglo después con expresiones sociales y culturales que niegan la verdad de la presencia de Dios en el mundo y en la Historia.