Un servicio de Zenit firmado por Elizabeth Lev recordaba este domingo el contraste entre las exequias por Ted Kennedy, a las que asistieron todos los presidentes norteamericanos vivos, y las dificultades históricas padecidas por los católicos en Estados Unidos.
El funeral oficiado por el cardenal Sean O´Malley (ceremonia cuyas deficiencias señaló en Rel el sacerdote Ángel David Martín Rubio) sirve a Lev, además de para señalar las incoherencias proabortistas del difunto, para evocar cómo todavía en 1854, en Massachussetts (feudo de los Kennedy) ganó las elecciones a gobernador un partido basado en la oposición a la inmigración católica. En Boston, durante el siglo XVII, los sacerdotes eran expulsados del estado y castigados con la pena de muerte si regresaban a él, pena que en 1690 fue cambiada por la cadena perpetua. Hasta 1780 los católicos bostonianos tenían prohibido el culto público, y cada 5 de noviembre se celebra el Día del Papa... durante el cual se le quemaba en efigie.
Todo eso fue cambiando gradualmente hasta que en 1960 ganó la elecciones presidenciales John Fitzgerald Kennedy. Y ahora, cuando aún no lleva un año en cargo pero ya ve desplomarse su popularidad (la diferencia entre quienes aprueban su mandato y quienes lo desaprueban ha pasado de los 43 puntos en enero a los 11 en septiembre), un católico con posibilidades se prepara para disputar la nominación republicana cara a 2012.
Bobby Jindal, a la expectativa
El experto Daniel Ureña (en un reportaje de este domingo en ABC) sitúa a Bobby Jindal entre los diez candidatos que hoy por hoy se perfilan para aspirar a la Casa Blanca por el Great Old Party, con una síntesis de su currículum: «38 años. Hijo de padres emigrantes de India, católico, licenciado en Política por Oxford y gobernador de Luisiana desde hace dos años, convirtiéndose en el político más joven de EE.UU. con esta responsabilidad... Su juventud y su trayectoria le auguran un buen futuro».
Pero ya en marzo, Jorge Soley Climent, en un artículo publicado en el boletín de la Fundación Burke, destacaba más elementos a tener en cuenta en la biografía de Jindal: tiene tres títulos universitarios (biología, políticas públicas y ciencias políticas) y se convirtió al catolicismo cursando estudios en la Brown University, impulsado por la actividad pastoral de los dominicos en el centro. «Destacó como un activista pro-vida, siempre dispuesto para el debate, durante su estancia en la universidad, por lo que no es de extrañar que obtuviera un 100% de voto pro-vida en los informes del Comité Nacional para el Derecho a la Vida durante su estancia en el Congreso de Louisiana».
Está casado con una norteamericana católica de origen indio, Sapriya, y es padre de tres hijos. Durante su mandato en Luisiana ha apoyado el cheque escolar, como forma de permitir que las familias de Nueva Orleans puedan escoger un colegio religiosos para sus hijos sin condicionantes económicos.
Sólo su juventud parece ser un freno en sus aspiraciones. Sonó como ticket de John McCain en las elecciones de 2008 y fue el elegido para dar la réplica al primer discurso de Obama en el Congreso, pero no brilló a la altura de la oratoria del presidente. Un leve bache en una trayectoria que los movimientos pro-vida siguen en cualquier caso con interés en la larga carrera presidencial hasta 2012.