En una carta dirigida a los miembros y amigos de la Legión de Cristo y el movimiento Regnum Christi, dos directores de esta congregación se solidarizaron con quienes han sufrido por las conductas sexuales erráticas de su fundador y anunciaron que se han decidido importantes medidas ante estas circunstancias.
La carta, fechada el 1 de septiembre, está firmada por el padre Scott Reilly, director territorial de Atlanta y el padre Julio Martí, director territorial de Nueva York de los Legionarios de Cristo.
En la misiva, revelan que el director general de los Legionarios de Cristo, el padre Álvaro Corcuera, estuvo en Atlanta para celebrar una Eucaristía para los miembros y amigos de Regnum Christi en la capilla de la Pinecrest Academy, y que además viajó a Cheshire, Connecticut, para presidir la ceremonia de los votos de un grupo de novicios y religiosos el pasado 29 de agosto. En Cheshire, 23 jóvenes hicieron sus primeros votos, seis los renovaron y otros seis los hicieron a perpetuidad.
«Con esta carta queremos compartir con ustedes algunos de los pensamientos y recomendaciones que él (el P. Corcuera) ha venido ofreciendo a los miembros de la Legión de Cristo y a los miembros consagrados de Regnum Christi, a través de sus conversaciones, homilías y cartas de los últimos meses. Estamos seguros que también será de ayuda para ustedes», dice la carta.
Fallos en la comunicación institucional
«Esperamos también remediar algunos de los inconvenientes en la comunicación, por la que nos disculpamos, para que juntos podamos seguir caminando en lo que seguramente será un largo camino de sanación y reconciliación con aquellos que han sido heridos por las malas conductas del Padre Maciel», agrega.
Los directores explican que «como sacerdotes nuestros corazones están con todos aquellos que han sufrido o se han escandalizado por estas acciones. A todos les pedimos una disculpa especial en nombre del Director de la Legión, P. Álvaro Corcuera, quien, de hecho, ha comenzado a encontrarse personalmente y en privado con quienes él sabe han sufrido más, ofreciéndoles una sentida disculpa y consuelo, y lo seguirá haciendo».
Los sacerdotes Reilly y Martí también lamentan «que nuestra incapacidad de detectar, y luego de aceptar y remediar las faltas del Padre Maciel hayan causado incluso más sufrimiento».
Ante el anuncio de un abogado mexicano sobre la presunta existencia de varios hijos biológicos del Padre Maciel, los directores señalan que «dada la naturaleza parcial de la información disponible y la imposibilidad para evaluar inmediatamente y de manera definitiva estos complejos pronunciamientos, la Legión de Cristo no puede, en este momento, hacer una declaración al respecto».
«Como institución, como familia e individuos, este inesperado vuelco de los eventos ha sido traumático», agregan los directores y revelan que «muchos de nosotros hemos tenido experiencias de shock, ira, negación y temor, de modo humano y espiritual»".
Los sacerdotes sostienen que «estas emociones, la vasta información, suposiciones, especulaciones y opiniones, las distintas sensibilidades y el deber cristiano de no hacer público el pecado de otros, han hecho difícil publicar la clase de declaración directa que muchos esperaban de nosotros».
Asimismo, aclaran que a esto se suma «el hecho de que no sabíamos toda la verdad, y de repente no la sabemos aún, y nueva información puede seguir saliendo a la luz. Nos referiremos a los que sabemos, respetando la privacidad de aquellos que nos lo han solicitado».
Medidas de revisión y cambio
Los directores piden a quienes hayan «sufrido de alguna forma» por esta situación, «vivir la virtud cristiana del perdón desde el fondo de sus corazones» y responden a quienes «con razón han preguntado si la Legión ha hecho o hará cambios en su vida», que «sí, los hemos hecho y lo seguiremos haciendo».
Sobre la protección de los niños, los directores legionarios explican que la congregación está «en proceso de acreditación por Praesidium, una organización de manejo de riesgos que ahora está ayudando a un gran número de instituciones religiosas en Norteamérica».
Este grupo está llevando a cabo una revisión total de «las reglas internas y políticas, así como de nuestra capacitación para todos aquellos que tienen que ver con menores».
Adicionalmente, en Estados Unidos la Legión «ha establecido un directorio externo de revisión para que ante las acusaciones de abuso sexual, podamos tener la ventaja de ´ojos de fuera´».
En cuanto al aspecto financiero, la carta señala que en los últimos años, «dado el crecimiento de nuestras operaciones, hemos puesto a cargo un sistema profesional de administración de negocios a través de los servicios de Integer Group» que ha mejorado sus procesos operativos para asegurar la integridad de sus operaciones.
Un área crítica de ajuste, revela la carta, es «la forma en la que nos referimos al Padre Maciel en la Legión y en Regnum Christi». Los sacerdotes explican que «si bien no podemos negar que el Padre Maciel fue nuestro fundador e hizo mucho bien, tampoco podemos negar la realidad de lo que recientemente ha salido a la luz sobre sus graves fallas humanas. Hemos ido tomando medidas progresivas para asegurar que no exista referencias inapropiadas sobre el Padre Maciel (por ejemplo, hemos retirado sus fotos de nuestro centros, hemos editado nuestros sitios web, estamos en el proceso de recibir nuevas ediciones de otros escritos, folletos, etc.). Todo esto nos ha llevado a lo más esencial: el centro de nuestra vida, es decir, Jesucristo».
En cuanto a la Visita Apostólica ordenada por la Santa Sede, el P. Reilly y el P. Martí señalan que el arzobispo de Denver, monseñor Charles Chaput, designado como Visitador para la Legión en Estados Unidos y Canadá, «visitará nuestros seminarios y las casas religiosas, verá nuestra vida de cerca y entrevistará a quien considere». La carta aclara que «la Legión no puede hacer ninguna declaración específica sobre el desarrollo de la Visita, dado que eso interferiría con el trabajo de los visitadores».
Voto de caridad y confesión
Luego, la carta aborda el «voto privado de caridad» que se profesa en la Legión. «La idea de este voto es asegurar que las quejas que uno pudiera tener de su superior sean puestas ante aquellos que puedan resolverlas y así evitar la crítica irresponsable o las facciones internas que degradan la unidad. Este voto se instituyó en 1957 y fue aprobado por la Iglesia. El Papa Benedicto XVI, quien tiene el poder de atar y desatar, pidió a la Legión retirarlo, lo que hicimos hace años», explica la carta.
Asimismo, aborda la costumbre de que los superiores sean los directores espirituales o confesores de quienes están a su cargo. A petición del Papa Benedicto XVI, esta política ha sido abandonada y «estamos viendo frutos positivos tras este cambio», agrega el texto.
El P. Reilly y el P. Martí también se refieren a quienes decidieron separarse definitiva o temporalmente de la Legión y Regnum Christi. «Permítannos entender y respetar cristianamente a todos. Cada uno de nosotros tiene que presumir lo mejor y la mejor intención del otro, rezar por el otro y reconocer que cada uno de nosotros sufre y se recupera de distintas formas y en distintos momentos», continúa la carta.
«Por más trágicos que sean los fallos de nuestro fundador, éstos no deben originar la disminución de nuestros esfuerzos para llevar las almas a Cristo, y servirlo a Él y a su Iglesia en todos nuestros hermanos y hermanas», dice la carta; y anuncia que «entramos ahora en un nuevo capítulo de nuestra historia que tiene que enfocarse en la búsqueda de la santidad y el amor de las almas».