El presidente de la Conferencia Episcopal Italiana ha aceptado este jueves la renuncia que le ha presentado Dino Boffo como director del diario católico italiano Avvenire y de otros medios que dependen de esa Conferencia.

En un comunicado, la Conferencia Episcopal Italiana explica que su presidente el cardenal Angelo Bagnasco ha constatado «con pesar las dimisiones irrevocables» presentadas por Boffo, que también era director de Sat 2000, canal católico italiano, y de RadioInblu, red radiofónica católica, informa Zenit.
 
Boffo ha presentado la renuncia después de una semana de debate nacional en Italia, provocado por durísimos artículos publicados por el periódico Il Giornale, de la familia del primer ministro italiano Silvio Berlusconi, con los que ha sacado a la luz un viejo proceso por actos deshonestos en el que habría estado implicado Boffo.
 
El hasta ahora director de Avvenire, tanto en los artículos publicados en su periódico, como en la carta con la que presenta su renuncia al cardenal Bagnasco, asegura su inocencia e insiste en que las acusaciones de Il Giornale son inventadas. Estas acusaciones aseguraban que Boffo había mantenido una relación homosexual con un hombre casado y que además habría acosado a la mujer de éste.
 
En su comunicado el cardenal Bagnasco confirma a Boffo «personalmente y en nombre de todo el episcopado la profunda gratitud por el compromiso demostrado en muchos años con competencia, rigor y pasión, en el cumplimiento de un encargo tan precioso para la vida de la Iglesia y de la sociedad italiana».
 
El cardenal manifiesta «cercanía y apoyo en la prueba» al director, «convencido de que su servicio a la Iglesia y a la comunidad civil no desfallecerá».
 
En su carta, Dino Boffo considera que los ataques contra su persona se deben al hecho de que Avvenire es una voz independiente de un «poder laicista». Y se pregunta: si esto es lo que se hace a los periodistas independientes y honestos, «¿qué futuro de libertad y responsabilidad queda para nuestra información?».
 
Avvenire ha publicado en las semanas pasadas críticas sobre la vida personal de Silvio Berlusconi y sobre la política de inmigración de su gobierno.
 
El 28 de agosto, cuando Il Giornale lanzó las acusaciones sobre la vida privada de Boffo, aclaró abiertamente en el mismo artículo que lo hacía por las críticas que Boffo, el artículo le llamaba en el título «el super censor», había lanzado contra la vida privada de Berlusconi.