Cien comunidades pedófilas, presentes en una red social de Internet, han sido desconectadas y secuestradas por las autoridades de Estados Unidos e Italia, gracias a la actividad y a la denuncia de la asociación Meter, fundada por el sacerdote italiano Fortunato Di Noto.
La noticia ha sido hecha pública a ZENIT por Meter y oficialmente comunicada por la Policía Postal Italiana en Roma, coordinada con otros cuerpos de seguridad.
En estas comunidades había 18.181 personas inscritas y, según Meter, «atraían e intercambiaban centenares de miles de videos y fotos (27.894 fotos pedófilas y 1.617 videos), así como noticias sobre el intercambio de niños. Los niños involucrados eran miles».
Meter, con sus voluntarios que asisten al padre Di Noto, ha descubierto, según el mismo sacerdote explica, «un universo que no es virtual, sino real, en el que las personas podían inscribirse e intercambiar material pornográfico de niños (fotos, vídeos, citas con niños) con toda tranquilidad, a través de uno de las redes sociales más conocidas de los Estados Unidos».
«Material que los investigadores italianos y estadounidenses califican como un auténtico horror, con recién nacidos y niños en tierna edad, que son objeto de abusos y violencia», añade la asociación.
El resultado del trabajo de Meter, asociación pionera en el mundo en la lucha contra la pedofilia, que ha durado seis meses, fue entregado a la Policía Postal en Italia, encargada de los delitos cometidos en Internet en ese país, que a su vez ha transmitido las denuncias a las autoridades norteamericanas.
El padre Fortunato Di Noto, párroco de Avola (Siracusa), reconoce: «Es impresionante e imposible de describir lo que en seis meses hemos visto y denunciado. El seguimiento constante ha llevado a resultados inesperados y hoy tenemos más confianza que nunca en que la pederastia y la pedofilia en línea, crimen contra los niños y contra la humanidad, pueden y deben ser derrotadas».
El sacerdote añade: «No hay nación que no haya quedado involucrada. Decenas de miles de personas producen, intercambian, poseen material y violan a niños. Material no ´virtual´ -insiste-, sino real, tan real que cuando escuchas en los videos los gritos de dolor de los niños, cuando ves en las fotos los rostros de recién nacidos, puedes escuchar el drama, el dolor, el sufrimiento».
Según Meter, las redes sociales en Internet han provocado un cambio en las estrategias de los pedófilos. Di Noto aclara que «la red social es un arma de doble filo en cuestiones de pedofilia: por un lado, permite a los pedófilos comunicar entre ellos y, en cierto sentido, aumenta sus posibilidades; por otro lado, es el instrumento más eficaz para las fuerzas de seguridad para encontrarles y desconectar sus sitios».
El presbítero revela que en cinco años su asociación ha señalado a las autoridades 1.064 denuncias de casi seis mil sitios en Internet.
Por este motivo, el fundador de Meter lanza un llamamiento en particular a los periodistas: «Ayudadnos a no bajar la guardia ante este crimen», informando sobre este fenómeno para que no sólo las autoridades sino también los legisladores puedan dar una respuesta adecuada al terrible sufrimiento de estos niños.