(Juan Meseguer/Aceprensa) El Tribunal Supremo de California ha sentenciado por 4 votos contra 3 que las parejas homosexuales tienen un derecho constitucional a casarse. Esta decisión judicial abre el camino para que California se convierta en el segundo Estado que reconoce el matrimonio gay (Massachusetts lo aprobó en 2004). Esta decisión, a solo seis meses de la elección presidencial, puede movilizar a los electores en torno a una cuestión que hasta ahora ha sido marginal en la campaña. En referendums celebrados a la vez que las elecciones presidenciales de 2004, once Estados aprobaron iniciativas contrarias al matrimonio homosexual. La sentencia llega tras una larga batalla política que comenzó en 2000, cuando los californianos aprobaron en referéndum por amplia mayoría (61%) la Proposición 22 que establece: "Solo el matrimonio entre un hombre y una mujer es válido o está reconocido en California". A pesar de esta Proposición, en 2004 el alcalde de San Francisco Gavin Newsom comenzó a celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo. Cerca de 4.000 parejas gays se casaron en pocas semanas, pero un mes después, el Supremo de California ordenó paralizar las bodas y anuló las que ya se habían realizado. En 2005, el Parlamento de California volvió a la carga. Los legisladores, en su mayoría demócratas, aprobaron una ley que autorizaba el matrimonio homosexual. Pero el gobernador del Estado, Arnold Schwarzenegger, la vetó por respeto a la voluntad popular expresada en la Proposición 22. En octubre de 2006, un tribunal de apelaciones de California declaró que la prohibición del matrimonio gay no viola los derechos constitucionales de los homosexuales. Los demandantes apelaron al Tribunal Supremo del Estado, dando lugar a la decisión aprobada ahora. La batalla continúa Aunque la decisión ha sido recibida con entusiasmo por los partidarios del matrimonio gay, las asociaciones pro-familia aseguran que la batalla no ha terminado. De cara a las elecciones presidenciales de noviembre, se está gestando un referéndum para aprobar una enmienda constitucional que prohíba expresamente el matrimonio entre personas del mismo sexo, opción que utilizan ya 26 Estados del país. En declaraciones recogidas en Los Angeles Times, el senador republicano Dave Codgill comentó que nadie se puede extrañar de la amplia aceptación que ha tenido la propuesta de enmienda (ya se han presentado 1,1 millón de firmas). En su opinión, se trata de una lógica reacción al activismo judicial que ha aplastado la voz de los votantes californianos. En la misma línea se ha pronunciado Tony Perkins, presidente del Family Research Council. "Es escandaloso que el Supremo haya anulado no sólo la definición histórica del matrimonio, sino también la voluntad de los californianos expresada en la Proposición 22". Y James C. Dobson, presidente de Focus on the Family, también considera que estamos ante un caso de "tiranía judicial". Como California no exige ser residente para contraer matrimonio allí, es posible que parejas del mismo sexo de otros Estados vayan allí para casarse. Pero no está claro que estos matrimonios californianos vayan a ser reconocidos en cualquier otro Estado. Expertos legales citados por el Wall Street Journal dicen que los tribunales no se han pronunciado todavía sobre si los matrimonios entre parejas del mismo sexo reconocidos en Massachusetts tienen efectos vinculantes en otros Estados. El matrimonio gay en la legislación de EE.UU. De los 50 Estados del país, 45 prohíben expresamente el matrimonio entre homosexuales; de ellos, 26 han aprobado una enmienda a sus Constituciones para expresar que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer. Connecticut, New Hampshire, New Jersey y Vermont permiten uniones civiles entre personas del mismo sexo. Oregon, Maine, el Distrito de Columbia, Hawai y Washington conceden a las parejas homosexuales cierta equiparación con los derechos de los matrimonios. Massachusetts y ahora California son los únicos Estados que permiten el matrimonio entre homosexuales.