El cardenal Antonio María Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal Española entre 1999 y 2005 y 2008 y 2014, ha participado en la última edición del Curso de Actualización de Derecho Canónico organizado por la Universidad de Navarra, centrado en la normativa Praedicate Evangelium. La Constitución Apostólica se presentó el pasado mes de marzo e introdujo importantes reformas en la Curia, proponiendo una mayor descentralización y decisión de los laicos.
Durante su intervención, el cardenal sugirió que "para valorar y aprovechar" lo contenido en el documento, se lea "a la luz de las grandes constituciones del Concilio Vaticano II", como son Dei Verbum, Lumen Getium, Sacrosanctum Concilium y Gaudium et Spes. Constituciones que el Papa Francisco ha recomendado estudiar de cara al Gran Jubileo que tendrá lugar en 2025 bajo el lema "Peregrinos de la Esperanza".
Preguntado por la crisis abierta por el camino sinodal liderado por la Iglesia alemana, el cardenal reiteró que este se ha situado fuera del ordenamiento canónico y que por tanto "tiene un defecto de forma".
"Una superestructura" y no "una realidad que nace de la Iglesia"
En este sentido, afirmó que "es más una superestructura que una realidad que nazca del corazón de la Iglesia", en alusión a la terminología marxista que se refiere a los organismos e instancias sociales que imponen las ideas y creencias que deben ser asumidas por la sociedad.
Asimismo, denunció que [el camino sinodal] "ha tenido una gran acogida en el mundo por las corrientes sociales imperantes" y que "se ha potenciado desde fuera teniendo efectos dentro [de la Iglesia]".
"Esto pone de manifiesto que la fe es luz y que tenemos que hacer examen de conciencia y tomarnos la santidad más en serio, porque nos hemos dejado ganar en gran medida por las corrientes materialistas", subrayó.
Antes de concluir, el cardenal ejemplificó el estado de la cuestión con un pasaje del Apocalipsis, afirmando que "la gran batalla para la salvación del mundo está resuelta desde el principio, porque el triunfo del resucitado es definitivo y nadie lo puede superar. El poder del demonio no va a vencer a la resurrección, pero hay que luchar la batalla, hay que completar la Pasión de Cristo, como dice San Pablo".
Contra las enseñanzas de la Iglesia
La comparación no es baladí, pues algunas de las propuestas y documentos de trabajo del camino sinodal alemán incluye cuestiones tan alejadas de la doctrina católica como redefinir el matrimonio como una de las muchas formas de "vivir el amor y la sexualidad", "que la apertura para la transmisión de la vida no es decisiva para cada acto sexual" o que "las parejas del mismo sexo y otras parejas que no pueden dar a luz a una nueva vida tienen el potencial de una vida fértil".
Los documentos de trabajo de los obispos alemanes tampoco aclaran que, según la enseñanza católica, un hombre puede elegir solo a una mujer y viceversa en el matrimonio, para dar forma a la sexualidad humana. Si afirma en cambio que aunque se contempla el matrimonio "como la forma preferida", no es "la única de vivir el amor y la sexualidad en una relación".
"Honramos las diferentes orientaciones sexuales e identidades de género de las personas, así como sus relaciones de pareja a largo plazo, fieles y exclusivas", afirman los obispos alemanes.