(CEE) La banda terrorista ETA ha atentado esta madrugada, como siempre de forma vil y cobarde, contra la casa cuartel de la Guardia Civil en la localidad alavesa de Legutiano. Como consecuencia del atentado ha muerto el guardia civil D. Juan Manuel Piñuel Villalón y han resultado heridas otras personas. Ante este hecho criminal, la Conferencia Episcopal Española reitera su firme condena del terrorismo, que es intrínsecamente perverso, porque conculca grave y sistemáticamente el derecho a la vida y es muestra de la más dura intolerancia y totalitarismo. Como señalábamos en la Instrucción Pastoral Valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y de sus consecuencias (2002), en nuestro país "el terrorismo de ETA se ha convertido desde hace años en la más grave amenaza contra la paz porque atenta cruelmente contra la vida humana, coarta la libertad de las personas y ciega el conocimiento de la verdad, de los hechos y de nuestra historia". Atentar contra las Fuerzas de seguridad es ir directamente contra la democracia, puesto que a ellas encomienda la Constitución la protección del libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana. Hacemos llegar a la esposa y demás familia del guardia civil fallecido, así como a los familiares de las otras víctimas, la sincera condolencia de todos los miembros de la Conferencia Episcopal Española. Encomendamos al Señor de la Vida el eterno descanso de D. Juan Manuel y el consuelo de sus seres queridos, y la pronta recuperación de los heridos en el atentado. La comunidad católica se une al dolor de las víctimas con la oración, de la que esperamos serenidad en la desgracia y lucidez para trabajar, en la unidad, por la derrota del terrorismo.