"El Papa fue muy amable y nos hizo sentir muy cómodos. Él es realmente el Santo Padre del pueblo", explicó Renan. No dio detalles sobre su confesión, pero sí insistió en que Francisco se mostró muy comprensivo.
Renan no era un católico practicante hace un par de años. Pero cuando decidió hace año y medio que participaría en la JMJ empezó a tomarse en serio la fe y la práctica religiosa y de sacramentos. Cuando le dijeron que había sido seleccionado para confesarse con el Papa se llevó una gran sorpresa.
Francisco confesó además a otros 4 jóvenes: dos brasileños más, un venezolano y un italiano. Tres de los jóvenes eran chicas.
Según informó el director del Sector Preparación Pastoral de la JMJ, el padre Arnaldo Rodrigues, los jóvenes fueron elegidos por sorteo y según sus idiomas.
Los 50 confesionarios de madera blanca en el parque fueron diseñados por el arquitecto español Ignacio Iñiguez de Onzoño, y reproducen la forma de la famosa estatua del Cristo Redentor en la montaña del Corcovado.
El Papa argentino consolida así una iniciativa de Benedicto XVI, la de que el Papa confiese jóvenes en la zona habilitada para ello, una idea que se puso en marcha por primera vez en la JMJ de Madrid en 2011.
Ha sido quizá la mañana más íntima de Francisco en Brasil, ya que para señalar el aspecto discreto y protegido del sacramento de la Reconciliación no ha habido cámaras presentes en el acto.