(R.B./ReL) El líder espiritual tibetano Dalai Lama viajará la semana que viene a Taiwán para ofrecer su apoyo a las víctimas del tifón que arrasó la isla a comienzos de agosto dejando un saldo de casi 700 víctimas mortales, una visita que conlleva el desafío directo de Taiwán a China, después de que el año pasado le prohibiese la entrada a la isla por temor a las represalias de Pekín. La oficina del la Presidencia, atacada duramente por su lenta reacción al devastador paso del tifón «Morakot» en la zona, y fuentes de seguridad nacional, decidieron en un encuentro de más de cinco horas de duración, dar luz verde a la visita del Dalai, que comenzará el 31 de agosto y se prolongará hasta el 3 de septiembre, informa EP. «Después de mucho tiempo, el presidente Ma (Ying Jeou) ha hecho lo correcto», asegura Jedroob Thondup, miembro del Parlamento tibetano en el exilio. «Si se opone a su santidad, es probable que se produzcan reacciones violentas», agregó. Esta no es la primera vez que Taiwán autoriza la entrada del líder tibetano, ya que entre 1997 y 2001 tuvo permiso para visitar la isla sin restricción alguna. China, por su parte, le tilda de «separatista» y «traidor» y condena sus viajes en el extranjero.