Después del ataque durante la misa del domingo en Dablo, Burkina Faso, en que decenas de yihadistas mataron al párroco y a cinco feligreses a sangre fría (ReL lo explicó aquí), el país del Sahel sufrió otro atentado anticatólico al día siguiente, el lunes 13 de mayo.
Cuatro fieles católicos que llevaban una estatua de la Virgen de regreso a la iglesia después de participar en una procesión mariana fueron asesinados en Singa, en el municipio de Zimtenga (a 25 km de Kongoussi), en la región norte central del país.
Habían participado con sus familias en una procesión de su aldea a la de Kayon. Les interceptó un grupo de terroristas yihadistas, que dejó marchar a los menores de edad y a las mujeres pero mataron a sangre fría a 4 varones adultos. Después destruyeron la estatua.
El padre Laurent Gansonré, responsable de la parroquia de Bam, de la que depende Zimtenga, explicó en la prensa local que los supervivientes "están conmocionados y aquí tenemos miedo. Hay temor para reunirse a alabar a Dios y expresar nuestra fe".
Funerales por los mártires de Dablo
Mientras se producía este ataque, los católicos y otros burkineses de distintas religiones condenaban y lamentaban el atentado del domingo y celebraban funerales.
Funerales por los mártires católicos de Dablo, con presencia de autoridades de las distintas religiones
El lunes, bajo un sol abrasador, el sacerdote Siméon Yampa y los otros cinco fieles asesinados fueron enterrados en el cementerio de Dablo. El obispo de Kaya, Theophile Nare, pidió a la población calma para no reaccionar contra otras comunidades, ya que este es el objetivo buscado por los atacantes: dividir a los burkineses.
También Séraphin François Rouamba, Arzobispo de Koupéla y Presidente de la Conferencia Episcopal de Burkina Faso-Níger, hizo un llamado por la paz y la convivencia pacífica.
Al funeral en Dablo asistieron católicos, protestantes, musulmanes y representantes de las religiones tradicionales, así como líderes políticos.
El doctor Bachir Ismaël Ouedraogo, Ministro de Energía, también asistió el lunes al entierro. Escribió en Facebook con tono emocionado: "Pude ver a musulmanes, protestantes y católicos, de la mano, acompañar al sacerdote y sus 5 fieles a su último hogar. No podrán dividirnos. Triunfaremos sobre este dolor, saldremos de la oscuridad, fuertes y erguidos como un solo hombre. Saludo a los Servicios de Defensa que están haciendo un gran trabajo en este momento y le pedimos a Dios que los proteja. Padre Simeón, mi querido hermanito, vete en paz. Que la tierra libre y unida de Sanmatenga te sea leve. Desde el cielo, ruega por nosotros, pobres pecadores. La victoria nos es prometida por el Misericordioso. El Señor vela por las hijas e hijos de Burkina Faso".
"Hemos de permanecer unidos"
El jefe de Estado, Roch Marc Christian Kaboré, acudió este martes a la asamblea internacional de obispos católicos de África Occidental, reunidos en Ouagadougou, la capital del país.
"Estos terroristas han reorganizado su forma de operar", dijo el presidente. "Primero buscaban crear conflictos intercomunitarios. Ahora, conflictos interreligiosos. Esto nos desafía a todos, independientemente de nuestra religión, independientemente de nuestra etnia. Burkina Faso siempre ha sido conocido como un país de tolerancia".
La Federación de Asociaciones Islámicas de Burkina Faso ha condena los asesinatos de los fieles católicos de Dablo y ha llamado a todos los burkineses, sin distinción de religión, a la unión contra el terrorismo, recordando que los terroristas en el pasado atacaron también a algunos imanes del norte del país.
Cuando una horda toma una iglesia llena
Simeon Sawadogo, Ministro de Administración Territorial, explicó a la prensa que el ataque a la iglesia, con docenas de yihadistas dentro del templo, era difícil de contrarrestar: "Se pueden imaginar 40 asaltantes que asaltan a la iglesia. Dentro, ¿qué intervención puedes hacer? El problema no es intervenir sino las vidas de las personas que están en él. Era difícil realizar una intervención que no pusiera en peligro la vida de los asistentes a la misa".
También él ha pedido calma y unidad. "Tenemos que mantenernos fuertes. El pueblo debe permanecer unido. Hablé con el pastor, hablé con los obispos, hablé con los musulmanes. Todos son unánimes en condenar los actos viles de estas personas".
Burkina Faso: un cristianismo en gran expansión
Burkina Faso es un país plural en lo religioso, con aproximadamente un 60% de musulmanes, un 10% de católicos, un 10% de protestantes y un 20% siguen religiones tradicionales africanas. La Iglesia Católica en Burkina Faso contabiliza unos 3,7 millones de fieles, organizados en 15 diócesis.
La capital es un ejemplo del crecimiento de la Iglesia Católica: en 1990 contaba con 240.000 católicos, el 16% de los habitantes del territorio diocesano. En 2016 ya eran 900.000 los católicos, un 33% de la población de la zona.
Una oleada de asesinatos y secuestros
A fines de abril, seis cristianos protestantes (incluyendo su pastor) fueron asesinados por yihadistas en su iglesia en Silgadji, en la provincia de Soum. La matanza en la parroquia de Dablo de este domingo era el primer atentado contra fieles dentro de una iglesia católica en la historia moderna del país.
Pero ha habido atentados contra religiosos en otros contextos, A mediados de marzo, el padre Joel Yougbaré, sacerdote de Djibo, fue secuestrado por individuos armados. El 15 de febrero, el padre César Fernández, misionero salesiano español, fue asesinado en un ataque armado contra los yihadistas en Nohao, en el centro-este de Burkina Faso.
Funerales en Burkina Faso del misionero andaluz Antonio César Fernández; los restos fueron luego enviados a España
En mayo de 2018, el catequista Mathieu Sawadogo y su esposa fueron secuestrados en Arbinda y liberados el 14 de septiembre. Antes de ellos, Pierre Boena, pastor de la iglesia protestante de Belhouro, también había sido secuestrado y liberado en junio de 2018.
El número de ataques de terroristas islámicos en Burkina Faso ha crecido enormemente en últimos años: hay ataques de Al Qaeda, de Estado Islámico y del grupo local Ansarul Islam. El yihadismo llegó a Burkina Faso contagiado de Mali, a partir de 2015. Los primeros ataques los realizaba el grupo Ansarul Islam, liderado por Malam Ibrahim Dicko, un predicador islamista radical. Realizaron 12 ataques en 2016, 33 en 2017 y 158 en 2018. Desde 2015, al menos 350 personas han muerto por violencia yihadista en este país.
Solo entre el 31 de marzo y el 2 de abril, al menos 62 personas perdieron la vida cerca de Arbinda, en el norte del país, en un ataque yihadista.
Desde el 2014, Francia ha desplegado 4.500 soldados en la zona de Sahel, en el marco de la operación anti-yihadista Barkhane -en colaboración con los países del G5 del Sahel (Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger).