(R.B./ReL) El obispo de Palma de Mallorca, Jesús Murgi, ha condenado el atentado perpetrado por ETA en la localidad mallorquina de Palmanova de la forma «más rotunda», que se ha cobrado la vida de dos miembros de la Guardia Civil este mediodía. Monseñor Murgui, en declaraciones a la Cadena COPE, ha explicado que lo primero que ha hecho al enterarse del trágico suceso ha sido «rezarle al Señor por las almas de estas personas que han fallecido» y al tiempo que han hecdho llegar las condocencias a los famiilares y a toda la Guardia Civil através de un comunicado. Murgui ha pedido «a toda la comunidad católica que se una al sufrimiento de las víctimas una con una oración». También ha solicitado a las familias «que tengan fe y que tengan esperanza. Estamos a su lado y nos tienen a su entera disposición, porque estos agentes han entregado su vida custodiando otras vidas». Por su parte, la conferencia Episcopal Española ha remitido un comunicado de condena en el que defiende «el Evangelio de la Vida y denuncia la inmoralidad del terrorismo, rostro cruel de la cultura de la muerte, que desprecia la dignidad humana y rompe el respeto sagrado a la vida de las personas». El organismo formado por los obispos de las diócesis españolas, también recuerda que en la Instrucción Pastoral «Valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y de sus consecuencias», aprobada por su Asamblea Plenaria en noviembre de 2002, la Iglesia en España ya alertaba de que «el terrorismo de ETA se ha convertido desde hace años en la más grave amenaza contra la paz, porque atenta cruelmente contra la vida humana, coarta la libertad de las personas y ciega el conocimiento de la verdad, de los hechos y de nuestra historia». Además, la CEE ha mostrado «su reconocimiento público a la labor que desempeña la Guardia Civil, junto con todas las Fuerzas de Seguridad del Estado, al tiempo que expresa su cercanía y condolencia a los familiares de las víctimas, en especial a los de los guardias civiles fallecidos, cuyo eterno descanso encomiendan al Señor de la Vida los obispos, junto con toda la comunidad católica. Asimismo los obispos piden a todos que se unan al sufrimiento de las víctimas del terrorismo con gestos de afecto y solidaridad y, en particular, mediante la oración». Ayer, el arzobispo de Burgos, Monseñor Francisco Gil Hellín, hizo un dramático llamamiento a los miembros del grupo terrorista ETA a abandonar la violencia, condenando el atentado que tuvo lugar contra la Casa-Cuartel de la Guardia Civil en esa ciudad que provocó 65 heridos: «Deponed ese modo tan vil de actuar, convertíos a Dios, dejad de hacer el mal, haced siempre el bien, que para eso nos ha creado el Señor». Mañana, ETA cumple 50 años sembrando el terror.