(Agencias/ReL) El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, ensalzó esta mañana en la catedral compostelana los valores de «la familia» y el «respeto a la vida» y a la «dignidad humana» como vía para superar las «graves consecuencias en el ámbito social» de una crisis «antropológica y moral». Así, durante la Ofrenda Nacional al Apóstol de la Catedral de Santiago, Barrio abogó por «reconocer el significado trascendente de la persona» en «las difíciles situaciones actuales», y definió «la misión de la Iglesia» en trasladar un «mensaje de reconciliación y perdón». «No imponemos nada a nadie, sólo proponemos», señaló. Por ello, pidió a la sociedad que permanezca «en la fe» en un contexto en el que «la barca de la Iglesia es sacudida por el viento de las ideologías, que con sus aguas penetran en ella y parecen condenarla a hundirse», criticó. El presidente del gobierno autonómico gallego, Alberto Núñez Feijoo, ejerció como delegado regio en el acto de Ofrenda Nacional al Apóstol, patrón de España. Durante su alocución, Feijoo pidió la intercesión del santo para que ilumine a los gobernantes «para escuchar las inquietudes de la gente y les dé inspiración para alcanzar el bien común». Además, demandó ser «tolerantes y comprensivos» con los inmigrantes, situó a la juventud como «ejemplo para la sociedad y los gobernantes» y pide que el Año Santo 2010 sirva para contribuir a la «recuperación de los valores del humanismo». La Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago es una ceremonia instituida por Felipe IV en 1643 en la que tradicionalmente, las autoridades de España han invocado la protección para nuestro pueblo del primer apóstol martirizado, también conocido como el apóstol de la virgen María y el apóstol de la Paz.