(Agencias/ReL) «Sonriente y de buen humor», se levantó ayer sábado el Papa, tras la rotura de la muñeca. «En la mañana del sábado ha celebrado la misa y ha desayunado. El día se ha desarrollado de manera prácticamente normal. El Papa está aprendiendo a vivir con la muñeca derecha escayolada y con los inconvenientes que esto supone», dijo el portavoz vaticano, Federico Lombardi. Benedicto XVI comenzó ayer sábado su primer día de convivencia con el brazo inmovilizado, tras la fractura en la muñeca de la que fue operado el viernes y, como han reconocido sus colaboradores, lo que más le cuesta es el no poder escribir. Una declaración emitida por el padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, explica que «el Papa ha transcurrido la noche tranquilamente y sus condiciones generales son buenas». No puede escribir «El más doloroso para él es tener que renunciar a escribir a mano, algo que pretendía hacer con frecuencia en estos días». Tal y como estaba previsto, el Papa permanecerá en el Valle de Aosta hasta el 29 de julio y matendrá todos sus compromisos. «El programa del Ángelus de mañana, en Romano Canavese, queda confirmado. El traslado está previsto en helicóptero y el Papa pretende quedarse también en Romano Canavese para almorzar». «Para los días siguientes tampoco están previstos cambios de programa. El Papa permanece en Les Combes durante el período programado. Este viernes están prevsitas las vísperas en la catedral de Aostra y el domingo el Ángelus en Les Combes». Un paciente desconocido Benedicto XVI fue inscrito en el Hospital de Aosta como el «paciente desconocido 917», y en la sala de urgencias pidió expresamente que fuera tratado como un paciente más y, claro, aguardó pacientemente su turno hasta que la sala de operaciones quedará libre para proceder a su intervención. «Caída accidental» Lombardi, portavoz papal, volvió ayer a referirse al accidente doméstico que tuvo Benedicto XVI el viernes, al resbalarse. Precisó que la caída se produce por un «tropiezo, y no por un mareo», como algunos habían apuntado.