(Agencias) La polémica entre pastor y el senador de Illinois Barack Obama continua. Este martes, el candidato demócrata ha roto con él públicamente y ha dicho estar "escandalizado" por las últimas declaraciones y el "espectáculo" ofrecido la víspera por Jeremiah Wright en una conferencia en Washington, en la que afirmó que quienes le critican no le están atacando a él sino la rica tradición de la iglesia negra. "Conozco al reverendo Wright desde hace 20 años. La persona que vi ayer no era la persona con la que me encontré 20 años atrás", ha declarado Obama. "El no habla por mí ni por mi campaña", sentenció. "Sus palabras me ofenden y ofenden a todos los estadounidenses", agregó. Hace más de un mes Obama ya tuvo que responder por las palabras de Wright, cuando se hicieron públicos fragmentos de alguno de sus sermones en los que el pastor hacía comentarios racistas contra los blancos y antiestadounidenses. Obama condenó las palabras, pero defendió la relación con su pastor. El estratega de Obama, David Axelrod, había convenido lunes que las declaraciones del reverendo eran una desventaja, mientras que el candidato, afectado por las derrotas frente a Hillary Clinton en Ohio y en Texas en marzo, y después en Pensilvania la semana pasada, aborda debilitado las nueve últimas consultas del curso a la investidura demócrata. Jeremiah Wright, que ha sido desde hace 20 años el pastor de Obama en la iglesia Trinity United Church en el sur de Chicago, está considerado uno de los diez pastores negros más influyentes del país. A veces, sus sermones destilan una marcada hostilidad hacia el gobierno, y sus posiciones han sido a menudo calificadas de supremacistas. Incluso los propios asesores de Obama reconocen que el párroco utiliza a veces una retórica incendiaria. En concreto, dos de sus discursos son los que han levantado una mayor controversia. En el primero, realizado tan sólo cinco días después del 11-S, responsabilizó a la política exterior norteamericana de los atentados en Nueva York y el Pentágono: "Nosotros hemos apoyado el terrorismo de estado contra los palestinos y los negros de Sudáfrica, y ahora nos indignamos porque lo que hemos hecho al otro lado del Atlántico nos es devuelto en nuestra propia casa". Ese mismo día el reverendo también recordó que los EEUU mataron a mucha más gente en Hiroshima y Nagasaki "sin tan siquiera pestañear". No obstante, probablemente, su sermón más controvertido lo pronunció en el 2003. En él, llegó a maldecir a los EEUU por como trata a su población afroamericana, lo que representa una grave afrenta en un país tan patriótico como este: "El gobierno les da drogas, construye cárceles más grandes, ... y aún quiere que digamos Dios bendiga a América. No, no, no, Dios maldiga a América, eso está en la Biblia para quien mata a inocentes". Según Wright, los EEUU tratan a los afroamericanos "como si fueran seres infrahumanos".