(Nicolás de Cárdenas/ReL) Ayer fue encontrado muerto en una de las habitaciones de la parroquia de Nuestra Señora de Regla, el sacerdote español Mariano Arroyo Merino. Los primeros informes indican que el sacerdote, de origen español, fue asesinado, según ha aclarado el arzobispado de la capital cubana a la agencia Zenit. Si la información se confirma, sería el segundo presbítero español asesinado en Cuba en lo que va de año, después de que el cuerpo del sacerdote de la arquidiócesis de Madrid, Eduardo de la Fuente Serrano, de 59 años, apareciera sin vida el pasado 14 de febrero. El padre Mariano Arroyo había nacido el 20 de febrero de 1935, en Cabezón de la Sal, Cantabria. Fue ordenado sacerdote el 17 de abril de 1960. Poco después, en 1962, partió como misionero a Santiago de Chile, donde permaneció hasta 1968. De 1969 a 1979 trabaja nuevamente en Madrid, España, como párroco y formador del Seminario. En 1980 regresó a Chile, y prestó servicio en varias parroquias de la diócesis de Copiapó. Según ha podido conocer ReL de fuentes directas del clero cubano, la situación tras el relevo en la dirección de la dictadura cubana. Desde febrtero de 2008, con Raúl Castro al frente la situación «ha ido a peor. Si descubren que tenemos contacto con algún grupo disidente, nos arruinan. Nos cortan la luz y el agua de la parroquia y así no hay quien atienda a los parroquianos», asegura un sacerdote, cuyo nombre y ubicación en la isla no podemos revelar por motivos de seguridad. Este presbítero confiesa a ReL que Raúl Castro ha intensificado las medidas de represión, reforzando los llamados Comités de Defensa de la Revolución, el cuerpo de «chivatos» del régimen. Una «lamentable tendencia» El Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia ha manifestado que el asesinato del padre Arroyo «no debe ser tratado como un caso aislado». Del mismo modo, subraya con preocupación que «en lo que llevamos de 2009 más de medio centenar de sacerdotes cristianos han sido asesinados en el mundo, a ello debemos añadir los múltiples asesinatos de religiosos y religiosas, la comparación con la misma cifra en años anteriores muestra una lamentable tendencia». Según el «Informe 2008 sobre Libertad Religiosa en el mundo» que elabora la asociación Ayuda a la Iglesia Necesitada, delos más de 11 millones de cubanos, 6.754.000 están bautizados (un 44,5%). Casi el 37% se declara agnóstico y un 17,9% pertenecen a cultos espiritistas. Cuba contaba en 2008 con 339 sacerdotes (155 diocesanos y 126 religiosos), 646 religiosas y 61 diáconos permanentes. Según AIN, en la isla «se mantiene todo tipo de restricción de derechos y libertades, propio de un régimen totalitario comunista». De hecho, la Constitución cubana de 1976 declara el ateísmo del Estado Cubano, aunque, «la visita del fallecifo Juan Pablo II, supuso una apertura y un cierto deshielo». El padre Arroyo, quien era licenciado en Filosofía y Teología por la Universidad Pontificia de Comillas, y licenciado en Filosofía y Letras por la Complutense de Madrid, llegó a La Habana el 19 de enero de 1997. En marzo siguiente el cardenal Jaime Ortega le nombra párroco de Nuestra Señora del Pilar, en La Habana, y en diciembre de 2004, le designa rector y párroco del Santuario Nacional de Nuestra Señora de Regla, ubicado frente a la bahía habanera. «Allí permaneció hasta su muerte, desarrollando un intenso trabajo pastoral y desplegando un particular carisma hacia la religiosidad popular y el sincretismo religioso», explica el arzobispado de La Habana. Durante su estancia en La Habana había sido también asesor del Movimiento de Trabajadores Cristianos y director del Instituto de ciencias religiosas «Padre Félix Varela». La archidiócesis de La Habana explica que en el momento en el que envió el informe estaba «en curso el proceso investigativo».