(Nicolás de Cárdenas/ReL) El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ha asegurado esta mañana durante la apertura del curso «La pluralidad religiosa en la sociedad española contemporánea. Cuestiones a debate» que «la libertad de conciencia no puede ser una excusa permanente para desobedecer la ley». Del mismo modo, el ministro ha señalado, tras ponderar el papel de la Ley de Libertad Religiosa de 1980, aún en vigor, que «la ley no dice nada sobre religión y los espacios públicos, la defensa, la educación... y por eso queremos reformarla». A este respecto, el presidente del Observatorio par la Libertad Religiosa y de Conciencia (OLRC), Marcial cuquerella, ha señalado en un comunicado, que «constituye una irresponsabilidad por parte del señor Caamaño el transmitir a la ciudadanía que la conciencia es una excusa. La conciencia es la exigencia más íntima y personal sobre los límites a los que una persona puede someter sus actos, y nadie puede obligar a un semejante a obrar contra su propia conciencia». Por otra parte, Cuquerella ha exigido al ministro Caamaño que« especifique cuáles son esos casos en los que la libertad de conciencia no es excusa. Si hablamos de objeción médica o farmacéutica o de los padres en lo tocante a la educación de los hijos» ya que, prosigue, «no especificar supone echar gasolina al fuego de la incertidumbre ciudadana, muy preocupada por la nueva ley». En última instancia, el Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia se ha puesto «a disposición» del ministro para analizar los términos de la nueva ley delibertad religiosa y le ha animado «a que no tenga miedo de las consecuencias que el libre ejercicio de esta libertad pueda traer».