(RIES) El Alto tribunal de Dublín decidió el pasado 24 de abril que dos gemelos que nacerían esa semana en un hospital irlandés podrán recibir una transfusión de sangre para salvar su vida, a pesar de que la madre, Testigo de Jehová, ha rechazado ese tratamiento, según informa la agencia Efe. Según han declarado las autoridades médicas, los nonatos padecen una “severa anemia” y podrían morir o sufrir daños permanentes si no reciben tras el nacimiento una transfusión, a la que se oponen los practicantes de ese culto por motivos religiosos. Por su parte, la madre, embarazada de 32 semanas, había remitido una carta al Alto Tribunal en la que declaraba “su amor por sus hijos”, decía entender la gravedad de la situación y prometía respetar la decisión de la Justicia. Sin embargo, recalcaba que no podía acceder voluntariamente a que sus hijos recibiesen una transfusión de sangre e instaba a los médicos a encontrar un tratamiento alternativo. Con su sentencia, la juez instructora, Mary Laffoy, decidió hoy dejar el asunto en manos de las autoridades sanitarias, partidarias de la transfusión sanguínea si no hay otra posibilidad. Al parecer, la madre se negó a recibir una inyección de un producto sanguíneo conocido como Anti-D después de dar a luz a su primer hijo varios años atrás. Como consecuencia, desarrolló anticuerpos que atacan a las células rojas del feto cuando el grupo sanguíneo de éste es rhesus D positivo y el de la madre es rhesus D negativo, tal y como sucede en este caso.