(Pablo J.Ginés/Rel) John Gummer fue ministro en el gabinete de Margaret Thatcher y John Major. En 1995 y 1996 fue votado por la BBC como «el parlamentario que más ha hecho internacionalmente por el medio ambiente». Fue anglicano, y tras convertirse al catolicismo fundó «Continuidad», un movimiento de acogida a los recién convertidos. - ¿Cuál es el mayor problema, desde un punto de vista católico, de la política que se hace en Europa? - Que los políticos católicos todo el rato parecen pensar que tienen que dejarse su fe en casa cuando van a hacer política. Eso es lo más preocupante. Renuncian a su voz real. No hace falta una voz chillona o alborotadora, simplemente la real. - ¿Qué le diría a esos políticos católicos que no les gusta que se sepa que lo son, o que dicen que son católicos «a su manera»? - Les diría que aprendan de los errores de los países protestantes, donde se ha impuesto la sociedad secular donde la religión es apenas un ornamento. Quedan los ropajes de la religión. A los políticos católicos yo les recomendaría que hablen desde la fe católica, no desde una versión particular de ella, sino la de la Iglesia, la de los Apóstoles. - ¿Qué ha sido más dura: su experiencia como político cristiano de la Iglesia Anglicana o como político cristiano de la Iglesia católica? - En lo que a política se refiere, sin duda ha sido distinto. En Inglaterra, cuando ven que eres católico, tus compañeros te dicen «bueno, eso que dices no te lo crees realmente, ¿verdad?, lo dices porque lo dice el Papa». Lo cierto es que yo, en política, digo ahora lo mismo como católico que cuando era anglicano. Pero ellos asumen que ahora lo digo porque la Iglesia me obliga. Es un resultado de la actitud «racionalista» de un país protestante. - ¿Cree que los temas pro-vida son un punto de inflexión en la actitud de un político católico? - Oh, sí, por supuesto. En los temas pro-vida es donde uno tiene que decirse de verdad: «Sí, yo creo en la verdad, y no en la simple conveniencia». Porque es mucho más conveniente no ser pro-vida. Lo conveniente es lo fácil, y a los políticos les gusta lo fácil. Los temas pro-vida no tratan sólo de la oposición al aborto (aunque sea un tema esencial). Si nos preocupa tanto el aborto, es porque a los hombres se nos ha pedido tomar parte en la Creación, no en la Destrucción. - ¿Cree que hay algún papel para la oración en la política? - Los católicos han de tener muy claro cómo la fe influye en las decisiones políticas, aunque puede haber católicos en una amplia gama de partidos políticos. No se trata de que haya un único partido católico, porque los católicos no tenemos respuestas políticas particulares. Sí tenemos una actitud particular sobre cómo se deben tomar las decisiones. Y ahí es donde entra la oración. Creo que un político católico tiene que ser un gran militante de la oración. Y habría que rezar mucho por ellos. Históricamente la Iglesia reconoce que los líderes requieren una atención particular.