(Jorge Martínez-Pueyo/ReL) El Congreso de los Diputados rechazó ayer la moción del diputado de UPN, Carlos Salvador, que pedía posponer la tramitación de la reforma de la ley del aborto. De los 345 diputados, 183 votaron en contra, frente a 160 votaciones a favor de la moción. Los socialistas contaron con el apoyo de IU-ICV, PNV, ERC, BNG, Convergencia y NaBai. Sólo el PP, Unió Democrática de Catalunya y Coalición Canaria respaldaron el texto de Salvador. Hubo dos abstenciones, la de Rosa Díez de UPyD y la de la popular Celia Villalobos, además de 5 ausencias, entre ellas la del presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Con esta propuesta, Carlos Salvador quería recordar los 112.000 abortos que se realizaron el año pasado en España y abogó por conseguir un «amplio consenso social, político y parlamentario» para una eventual modificación de la ley que garantice «el respeto a la libertad y la dignidad del ser humano». Durante el debate de la moción, el diputado navarro declaró la incoherencia de la política del gobierno socialista al hablar, por un lado, de «consenso» y, por otro, haber marcado ya un plazo determinado para sacar adelante su proyecto abortista: «Es imposible defender por un lado el consenso y el diálogo y por otro anunciar que el proyecto se aprobará en octubre. La ministra de Igualdad ha renunciado al consenso y le basta con una minoría de votos para sacar adelante la ley», denunció Salvador. El aborto, lejos de la cárcel Desde el PSOE, la portavoz de Igualdad, Carmen Montón, declaró después de la votación de la moción, que desde el PP quieren que el aborto «siga en el Código Penal y que las mujeres no puedan decidir sobre su maternidad». Los socialistas, volvieron al argumento de que los populares lo que quieren es «mandar a la cárcel» a las mujeres que aborten. Frente a estas críticas la diputada popular, Sandra Moneo, recordó que «ninguna mujer ha ido a la cárcel por abortar», y que «la inseguridad jurídica no la provoca la ley actual, sino el incumplimiento de la misma por parte de quienes han hecho del aborto un negocio». Según la diputada, esta reforma de la ley del aborto ha creado «una profunda fractura social» y aseguró que su grupo «está escandalizado» de que una menor de 16 años pueda abortar sin el conocimiento de sus padres. Los diputados de CiU también mostraron su preocupación por este punto. Por último, Moneo recordó que esta reforma no estaba incluida en el programa electoral socialista. Los populares defendieron, durante el debate, una enmienda transaccional, que finalmente no ha sido incluida en la votación, relativa a un plan con las Comunidades Autónomas para ofrecer una mejor información a las mujeres sobre las posibilidades que tienen al quedarse embarazadas antes de decidir abortar, así como evitar el número de embarazos no deseados. Todo indica, pues, que los mismos apoyos con los que el partido en el Gobierno contó ayer para no aprobar la moción de Salvador, serán con los que contará cuando el texto del anteproyecto de ley se discuta en la Cámara Baja. Sorprende, sin embargo, que en el mismo día de ayer se aprobara la supresión de tres ministerios, entre los que está el de Igualdad. CiU fue el único grupo donde se pemitió el voto en conciencia, ya que la coalición la integran dos partidos con distintas posiciones a este respecto. Así, los cuatro democristianos de Uniò (UDC), encabezados por Josep Antoni Duran i Lleida, apoyaron la retirada de la reforma del aborto, así como cuatro diputados de Convergencia (CDC). Los otros dos, Merce Pigem y Carles Campuzano, rechazaron la moción de UPN.