(Agencias) El embajador de España cerca la Santa Sede, Francisco Vázquez, reivindicó ayer el papel que tendrán los socialistas católicos en el debate sobre la reforma de la Ley del Aborto. Así lo explicó durante un encuentro con la prensa celebrado en Roma. «Los católicos del PSOE participaremos a nivel interno en el debate», aseguró tras recordar que él, como creyente es «defensor del derecho a la vida». Por esta razón, señaló coincide «plenamente» con el veto a la despenalización del aborto presentado el año pasado por el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez. «Suplir defectos» Sin embargo, puntualizó que la voluntad inicial de su partido es «suplir los defectos» que presentaba la ley anterior, que, en cierto sentido, se había convertido en un «coladero». No obstante, precisó que luego «como suele pasar, la campaña electoral distorsiona los mensajes». En este sentido, manifestó su esperanza de que, al final, la ley «siga los derroteros que se marcó al principio» e insistió en que su aprobación «no va a ser inmediata» sino que será debatida en el Parlamento y que va a necesitar de una «mayoría cualificada». En cuanto a la reacción de la Santa Sede al anteproyecto de ley, considera «normal» que su opinión sea contraria a la reforma, aunque, por otro lado, indicó que el Vaticano es «consciente» de que el debate todavía se encuentra en una «fase inicial». Vázquez no ha sido el único miembro del Partido Socialista que ha criticado la futura norma, que pasará de considerar el aborto como un delito despenalizado en algunos supuestos a darle el rango de derecho. Algunos militantes, incluso, han amenazado con darse de baja del partido. Preguntado sobre la reforma de la ley de libertad religiosa, que es otra de las normas que podrían tensar las relaciones con la Iglesia, aseguró que «no va a abrir ningún frente ni ninguna contraposición social» porque lo que el Gobierno está buscando es «una ley de consenso, lo cual requiere una mayoría cualificada». Aun con todo, el embajador precisó que, por el momento, ni siquiera existe el borrador de la ley y que, de todos modos, el objetivo es buscar una equiparación entre las distintas religiones presentes en España a nivel de financiación y uso del espacio público, entre otros aspectos.